"Todavía no nos hemos ido, pero fijémonos en lo que ha sucedido con la libra", explica Anthony. "Cayó de forma pronunciada, pero se ha recuperado un poco, y creo que, por ahora, se mantendrá en ese nivel. Sin embargo, hay un aspecto positivo: quienes somos europeos e ingleses nos hemos visto obligados a poner la vista en otras partes del mundo donde no comercian en libras. El dólar estadounidense es atractivo, al igual que el dólar de Hong Kong y el yuan chino. Tanto hacia el este como hacia el oeste hay mercados atractivos para nosotros ahora mismo. En estos mercados, podemos vender nuestros productos con unos retornos aceptables".
Habiendo superado la criba fitosanitaria europea, Blue Skies cuenta con todos los certificados necesarios. "Solo podemos hacer lo que hacemos esforzándonos por tener una calidad muy alta", señala Anthony. "Hay quien piensa que los productos de África tienen una menor calidad, así que es muy importante demostrar que no solo son tan buenos como los europeos, sino mejores. Es muy gratificante, porque hemos sido recompensados por el consumidor y el minorista".
Nuevos mercados
Blue Skies estuvo en Asia Fruit Logistica por primera vez este año y captó un enorme interés de los visitantes. "La fruta de IV gama es algo nuevo en esta parte del mundo y los minoristas se muestran interesados. También hay gente que pregunta cómo lo hacemos, lo que, por supuesto, no desvelamos", ríe Anthony.
Blue Skies enviará un equipo a la PMA que se celebrará en Estados Unidos el próximo mes, donde espera seguir el mismo camino que en Europa.
Anthony está convencido de que su compañía ha desempeñado un papel fundamental en la creciente popularidad de la fruta de IV gama, ya que Blue Skies ha estado registrando un crecimiento de en torno a un 20% al año. Al principio, costó un poco que el mercado de la fruta de IV gama se pusiera en marcha, pero ahora es muy conocido.
En la actualidad, la firma abastece a numerosos países, como Reino Unido, Francia, Países Bajos, Dinamarca, Italia y Suiza, y hace poco ha logrado entrar en los mercados alemán y austriaco, trabajando, de momento, exclusivamente con los minoristas.
"De esa forma, obtienes el volumen y la estructura, aunque los minoristas tienen mucho más interés por los precios, porque quieren estabilidad, y nuestra materia prima tiene muchos altibajos, por lo que nos parece más importante estudiar más mercados para evitar el riesgo de un repunte repentino de los precios", apunta Anthony.
La compañía
En los casi 20 años desde su creación, Blue Skies ha pasado de tener una pequeña fábrica en Ghana, con 35 empleados y suministrar las primeras piñas de IV gama a Sainsbury’s, en el Reino Unido, a emplear a casi 5.000 personas, con 7 fábricas, 2 plantas de envasado y un par de explotaciones. Su historia se ha basado en elegir una fruta y hacer algo con ella que nadie había hecho antes, según Anthony.
Blue Skies obtiene la materia prima (la fruta) cuando está en el momento perfecto de consumo, lo que significa que solo tiene unos días de vida útil. "Cuando la cortamos, la envasamos y la enviamos por avión como carga en los aviones de pasajeros, en lugar de en buques de carga. Enviamos en torno a 200 toneladas semanales desde África occidental; también de Sudáfrica, Egipto y Brasil. África occidental suele suponer más de la mitad del total, pues ahora se ha puesto muy de moda comer papaya, piña, coco o sandías sin semillas, pero, en especial, mangos. Lo ofrecemos todo en envases de IV gama", añade Anthony.
Una parte muy importante del negocio es contribuir al desarrollo de la clase media en África occidental. Blue Skies da trabajo a muchas personas en estas zonas, recurriendo a la mano de obra en lugar de a la maquinaria siempre que sea posible, y pagándoles 3,5 veces el salario mínimo.
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Anthony Pile
Blue Skies
Tel.: +44 1604 881230
Correo e.: anthony.pile@blueskies.com
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