Un operador de la zona declara a FreshPlaza: "Si solo hubieran sido tormentas de verano, no habría sido nada extraño, pero en cinco días cayó la lluvia de todo un año. No hay plásticos que puedan contra eso. Las plantas estuvieron al 'baño María' durante días y sufrieron todas las consecuencias predecibles".
Las zonas más afectadas fueron Rutigliano, Conversano, Turi, Casamassima y Noicattaro, donde el producto, las cubiertas de lona y las cubiertas de plástico se vieron gravemente dañadas. Del 6 al 11 de septiembre cayeron fuertes lluvias.
Parece que el 60% del producto se ha perdido, pero lo cierto es que es imposible hacer una evaluación. "En primer lugar, tenemos que saber cómo calcular el porcentaje, si no, no podemos hacer cálculos. Las uvas no se deterioran de un día para otro, por lo que los racimos que parecen aptos para la cosecha hoy podría presentar granos rotos o podridos dentro de unos días", explica un comerciante.
Lo único que, por desgracia, se puede calcular en estos momentos es el número de viñedos dañados por el mal tiempo. Los datos totales se podrán estimar dentro de cuatro o cinco semanas. "Sin duda, acabaremos antes de vendimiar", concluye un operador.
Mientras, las organizaciones sectoriales, como Coldiretti Bari, informan de que los precios están subiendo (hasta más de un 40%) y los productores están asumiendo los costes para salvar lo que puedan.
Sin embargo, las uvas de buena calidad todavía no se han beneficiado de la menor cantidad presente en el mercado.
El servicio de Protección Civil regional emitió un aviso de malas condiciones meteorológicas el martes, 20 de septiembre, alerta ordinaria (amarilla), en la mayoría de zonas de Apulia, y una alerta moderada (naranja) en la zona de Gargano.
Apulia es el principal productor de uvas de mesa de Italia, con el 74% de la producción nacional, y gracias a su enorme contribución, Italia es el mayor productor de uvas de mesa del mundo, con un 16% de la producción mundial.
En Italia, se importan 25.000 toneladas de uvas de mesa (en torno a un 3,2% del suministro nacional), sobre todo de Europa (49%) y de países de Sudamérica y Centroamérica (en torno a un 25%), en especial Chile y Perú. La parte restante procede de África (13,5%) y Asia (4,6%).