Al parecer, algunos comerciantes de los mercados de India están pintando las frutas con espray y tintes para darles un aspecto más natural y vender más. The Independent ha recibido un vídeo en el que aparece un hombre en un puesto de frutas en Delhi pintando una pila de lichis verdes.
A pesar de que el cámara le advierte del peligro, el comerciante explica que no puede esperar a que maduren y que necesita el dinero para sobrevivir.
En 2015, la autoridad de regulación alimentaria de India descubrió que el 20% de los alimentos estaban adulterados o mal etiquetados.
Algunos agricultores utilizan tintes y productos químicos para disfrazar las frutas y hortalizas verdes o en mal estado, incluidas algunas sustancias cancerígenas como el verde malaquita y el carburo de calcio. Algunos incluso las recubren de silicona o cera a modo de conservante y para que brillen como si fueran frescas.
El profesor Anthony Dayan, extoxicólogo del hospital de San Bartolomé (Londres, Reino Unido), declara que consumir verde malaquita es especialmente perjudicial para la salud.
"Tomar dosis bajas de verde malaquita durante un periodo de tiempo prolongado daña el hígado y los riñones, y puede producir cáncer", declara. "La mayoría de tipos industriales de verde malaquita puede contener arsénico, que no es precisamente un compuesto inocuo".
El doctor Vikram Patel, profesor de salud mental internacional de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, añade que los agricultores indios sufren una gran presión por permanecer en el negocio, lo que les impulsa a tomar medidas drásticas para aumentar la producción que destinan al mercado. "Sufren muchas dificultades", comenta. "Muchos tienen plantaciones muy pequeñas y cada vez más competencia de las explotaciones agrícolas grandes".
"La globalización de la agricultura amenaza su medio de vida, lo que, sumado a la incertidumbre climática, hace que su profesión sea muy arriesgada. No me sorprende que los agricultores estén recurriendo a estas medidas".