Los pequeños productores de la llanura de Araban, en Gaziantep, en el sudeste de Turquía, que empezaron a plantar ajos hace cuatro años, se han convertido en los principales productores de ajo del país.
La superficie dedicada al ajo ha aumentado más de cuatro veces, pues se ha cambiado el cultivo de algodón por el de ajo. La producción ha sido tan rentable que los agricultores han podido comprar tractores para incrementar la eficiencia.
"Decidimos cultivar ajos porque empezamos a tener pérdidas con el algodón. La superficie de cultivo de ajos ahora es de entre 1.700 y 2.000 hectáreas", indica Mustafa Sülüker, agricultor local. Según otro productor, Erol Sülüker, se plantan 1.800 kilos de ajo por hectárea, lo que da una cosecha de, aproximadamente, 13-15 toneladas.
Fuente: Güncel