Los precios del melón en Francia han acabado la temporada 2016 por debajo de la media de cinco años (un 6% por debajo de 2015 y un 8% por debajo de la media 2011-2015). El descenso se debe tanto a las temperaturas frías en primavera como a la falta de sol hasta finales de junio.
Agreste señala: "Hasta finales de julio, el volumen cosechado ha estado en claro descenso durante todo el año y en comparación con la media de cinco años, debido a la lluvia de junio, que afectó al desarrollo de las plantas. En julio, las condiciones meteorológicas fueron más favorables y permitieron que las cosechas se continuaran desarrollando, pese a la falta de lluvia en toda Francia".
La falta de oferta hasta julio ha permitido que los precios se mantengan por encima de los registrados el año anterior, pero el calor de agosto favoreció el desarrollo y la maduración de los melones. "El retraso en el pico de producción de muchas regiones condujo a un incremento de la oferta nacional a partir de la segunda quincena de agosto. Pese a que la demanda estuvo muy presente, los precios bajaron y el producto se declaró en crisis económica en la semana 34". El pico de producción se retrasó 2-4 semanas, excepto en el sureste y en la región de Poitou-Charentes. La producción se reanimó en agosto y septiembre gracias a las temperaturas estivales en todas las regiones.
En septiembre, la cosecha fue ligeramente más abundante que en 2015. "La situación condujo a una subida inmediata de los precios. Los melones volvieron a ser declarados en crisis económica en la semana 36, pero la oferta se había vuelto más escasa debido a la alta demanda, y los precios subieron en comparación con el mes anterior, pero se mantuvieron un 9% por debajo de la media de cinco años y un 19% por debajo de los precios registrados en septiembre de 2015".
La superficie de melones en Francia se cifró en 13.510 hectáreas en 2016, un 1% por debajo de la de 2015 y un 6% por debajo de la media de cinco años (incluidas la producción a campo abierto y protegida).