La SAT alicantina cuenta con 25 socios productores y dispone de su propia producción de cítricos en la Vega Baja, con un microclima ideal para las naranjas, cerca del mar y con bajo riesgo de heladas. “Mi padre empezó este negocio vendiendo a Galicia y Canarias cítricos y otras frutas y hortalizas en 1964. Con el paso del tiempo, los cítricos de esta zona alcanzaron una fama alta y decidimos centrarnos en ellos, los cuales destinamos prácticamente en su totalidad a los mercados de exportación”.
Javier Ferrández exporta sus cítricos a los países escandinavos, especialmente a Suecia, así como a Alemania, en el mercado de Múnich; Polonia, Croacia y mercados de ultramar como Oriente Medio, que están sirviendo para sustituir cada vez más la pérdida del mercado ruso hace dos veranos.
Esta empresa produce y comercializa alrededor de 6 millones de kilos de cítricos, de los cuales unos 2 millones de kilos son limones y 500.000 kilos, clementinas, correspondiendo el resto a naranjas. “Cuando los clientes saben que, además de naranjas, disponemos de limones y mandarinas, nos piden los tres productos, algo que supone un reto para nosotros disponiendo de una sola línea de envasado”, comenta.
Los volúmenes de cítricos son generalmente más altos en España para casi todos los productos, dado que la floración ha sido más benévola, aunque la sequía ha hecho que los calibres sean más pequeños, sobre todo en las variedades más tempranas.
“Cuesta encontrar calibres grandes en el campo y esto suele desembocar en una batalla de precios y en la sucesión de promociones en cadenas de supermercados”, afirma. “Somos una empresa pequeña y nos cuesta más defendernos ante las grandes comercializadoras que tienen la necesidad de sacar al mercado volúmenes mucho mayores. Si a esto sumamos que hay más kilos en el campo, a priori será una campaña más complicada que la anterior, aunque no queremos ser pesimistas”, señala Javier Ferrández.“Las últimas lluvias parece que favorecerán los tamaños de las variedades de media estación y tardías, aunque el mercado tendrá que adaptarse a lo que haya”, añade.
La cosecha de las primeras Navelinas empezará en noviembre para Yafer, a pesar de que ya hay cadenas de supermercado interesadas en disponer de ellas en sus lineales. “Sudáfrica ya ha terminado y queda poco de ultramar con una calidad más baja. Aunque ya nos demandan naranjas y los precios son interesantes, de momento no tenemos prisa, preferimos esperarnos y que la naranja adopte el color necesario y los niveles de azúcar óptimos para evitar problemas de reclamaciones. Es curioso que cuando las naranjas están amarillas y con mal sabor se pagan más caras que cuando están perfectas para consumir”.
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Javier Ferrández Gil
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