Los directores Stian Olesen y Klaus Pedersen reciben el premio. (Fotografía: Magnus Fröderberg/norden.org).
El concepto se puso en marcha hace más de un año, el 26 de octubre de 2015, y está activo en Dinamarca, Noruega, Alemania, Reino Unido, Francia, Suiza e, incluso, al otro lado del charco, en Manhattan (Nueva York), donde, desde el 1 de noviembre, participan entre 30 y 40 establecimientos, la mayoría de ellos restaurantes.
"No dejamos de intentar expandirnos y nos gustaría llegar a todos los mercados posibles porque creemos en lo que hacemos y queremos salvar el medio ambiente", afirma Klaus Pedersen, cofundador de Too Good to Go.
El concepto de Too Good to Go comenzó cuando Thomas Bjørn Momsen, director de operaciones de la compañía, visitó un bufé por la noche y se fijó en que sobraba mucha comida. Al preguntar a los propietarios del bufé qué hacían con ella, le respondieron que la tiraban, y Momsen quedó tan conmocionado que formó un equipo con el que encontrar una solución.
Al principio, lo publicaban en la página web de la empresa, donde explicaban a los consumidores en qué restaurantes podían llevarse las sobras 15 minutos después del cierre. Con el tiempo, progresaron hasta los restaurantes de sushi, panaderías y fruterías, y el equipo está intentando incluir también a los minoristas.
Desde entonces, Too Good to Go ha creado una aplicación que funciona por GPS para encontrar todos los establecimientos participantes que haya cerca del usuario, la hora de recogida, lo que ofrecen y cuántas cajas o bolsas quedan. Los consumidores pueden pagar a través de la aplicación, lo que es cómodo para ambas partes, y lo único que tienen que hacer es mostrar el recibo que aparece en la pantalla del teléfono.
"La aplicación se usa mucho entre los estudiantes y los jóvenes, que no tienen mucho dinero y no tienen ningún problema con cenar más tarde, aunque atrae a todos los grupos de edad. Incluso hemos visto usar la aplicación a ancianitas de 90 años", comenta Pedersen.
Junto con las cajas para llevar que se usan en los restaurantes, la empresa también ofrece una "bolsa mágica" como solución para las fruterías y panaderías a las que les sobran productos al final del día. La bolsa se puede llenar con lo que quede en la tienda a un precio fijo, y los clientes no saben lo que van a recibir.
Los precios de esta bolsa mágica los establece el propietario del establecimiento, dependiendo del tipo de productos que ofrezca, pero suelen ser de entre 2,69 € y 4,70 €.
"Es difícil obligar a las tiendas a poner las bolsas a un precio específico porque, si tienen productos ecológicos, siempre son más caros que los convencionales. El programa ofrece una buena forma de comercializar de forma verde. Como consumidores, ¿prefieren una tienda que participa en este tipo de programas y se preocupa por el medio ambiente o a una que no?", concluye Pedersen.
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Klaus Pedersen
Too Good To Go
Tel.: +45 28 74 83 17
Correo e.: Klaus@toogoodtogo.com
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