Mercados
"Nuestras Orri se exportan a los mercados de toda Europa y Norteamérica. Al venderlas al mismo precio franco a bordo a todas partes, no tenemos ninguna preferencia en cuanto a los mercados de destino", continúa Ben-Moshe. Actualmente, España también cultiva mandarinas Orri. "Sin embargo, no pueden competir con nosotros en calidad y, de hecho, España es uno de los mayores importadores de Orri israelíes. A los consumidores españoles les encanta el dulzor de nuestras frutas, aunque las Orri israelíes son mucho más caras que las españolas, algo que también se percibe en los demás mercados".
Debilidad del euro
La debilidad del euro también afecta a esta fruta. "Actualmente, el tipo de cambio está presionando los precios a la hora de exportar a la UE, ya que el euro está muy débil. Como consecuencia, los clientes europeos tienen que pagar más por las frutas importadas, lo que reducirá un poco el consumo, pero creemos que, al final, lograremos alcanzar un punto de equilibrio entre el precio y el consumo. Sin embargo, las Orri no se consideran frutas exóticas, por lo que sufren menos que las exóticas de verdad en estas situaciones", concluye Ben-Moshe.
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Gil Ben-Moshe
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