FreshPlaza (FR): ¿Los problemas los genera la escasa regulación de las importaciones?
Leonardo Odorizzi (LO): Tenemos que hacer frente a una feroz competencia extranjera, basada en el precio y no en el valor. En los últimos años, las exportaciones globales se han caracterizado por un crecimiento excepcional causado por múltiples factores. No hay más que pensar en la retirada de las barreras comerciales, la caída del precio del transporte, la mejora de la logística y la distribución. A eso hay que añadirle los menores tiempos de transportes y la mejora de las técnicas de conservación.
Leonardo Odorizzi rodeado de su "burocracia".
FP: ¿Quiénes son los nuevos competidores en el ámbito internacional?
LO: China ha tenido resultados excepcionales y ha duplicado su exportación global de fruta fresca en tan solo unos años. México y Estados Unidos también han incrementado su cuota de mercado, mientras que exportadores europeos como España, Italia, Bélgica y Francia han visto mermar su influencia.
FP: Pero Italia siempre ocupa una posición relevante.
LO: Nuestro país compite con España por el liderazgo europeo. Somos productores excelentes, aunque la fragmentación debilita la competitividad del negocio. En 2015, el valor del producto español tan solo era ligeramente superior al del italiano, y ambos países tienen el doble de la cuota de mercado que otros países como Alemania, Polonia y Francia.
Foto de archivo de un supermercado.
FP: ¿Se considera negativa la actual situación de mercado por los persistentes precios bajos del producto?
FP: Pero el potencial es enorme.
LO: Es es cierto. Si comparamos nuestro sector con el vinícola, observamos diferencias significativas. La exportación de frutas y hortalizas está valorada en 8.000 millones de euros, en comparación con los 5.400 del sector vinícola. Se dedica un millón de hectáreas a la fruticultura, mientras que se dedican 650.000 hectáreas al cultivo de uvas para vinificación. En nuestro país, uno de cada cuatro agricultores cultiva frutas y hortalizas. El nuestro es uno de los pocos sectores cuyo balance comercial es activo, gracias a las exportaciones, por lo cual es un sector estratégico para nuestra economía. Esto significa que los Gobiernos deberían prestarnos más atención, los cuales han sido ineficientes desde los años 70. Lo que hemos logrado hasta el momento ha sido solo gracias al emprendimiento de varios particulares de la cadena.
FP: ¿Qué deberíamos esperar a partir de 2017?
LO: Considerando la situación política de Italia no creo que las cosas mejoren. Espero que se produzca una mejora en el ámbito internacional, aunque gracias a un nuevo diálogo entre Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia. Es vital mantener la cooperación tanto para Europa como para Italia. La guerra comercial generada por las sanciones ha conducido a una reducción de las exportaciones italianas, con una pérdida total estimada en más de 10.000 millones de euros. Las contramedidas rusas a las sanciones europeas han obstaculizado bruscamente un increíble crecimiento de las exportaciones, que había aumentado más del doble en valor (+112%) en los cinco años anteriores al veto.
FP: ¿Cómo cree que evolucionará la gran distribución organizada?
LO: Si analizamos los últimos balances de las principales cadenas de distribución, el número de tiendas es impresionante, 5.000 solo en el segmento del descuento. Otra importante cadena alemana está interesada en el mercado italiano y parece que podría alcanzar las 6.000 tiendas. Pero aunque la facturación está creciendo por un lado, por el otro están bajando los márgenes un 17%. No obstante, las inversiones también están aumentando.
Foto de archivo de un supermercado.
FP: ¿Le preocupa esta tendencia?
LO: Creo que podemos coincidir en que los proveedores están pagando el precio de las continuas ofertas especiales y promociones. De hecho, más de una cadena ha tenido que hacer despidos. Trabajamos 9 de los 12 meses para satisfacer las demandas de las cadenas. La calidad se da por sentada y casi nunca se tiene en cuenta a la hora de fijar los precios.