Las predicciones auguran que estas nuevas peras, desarrolladas en el centro de Agriculture and Agri-Food Canada en Harrow y en el centro de investigación Vineland, en la región de Niágara, serán comerciales y saldrán a la venta en 2021.
Una de las variedades, la HW624, está a punto de comenzar a comercializarse y es la última adición a una serie de peras desarrolladas en Harrow que podrían ayudar a reducir las importaciones de Canadá y dar a conocer las peras canadienses al resto del mundo.
"Las hemos enviado a los supermercados, productores y comerciantes de toda Norteamérica, todos ellos expertos en peras, y esta en concreto ha suscitado un gran interés", afirma Lana Culley, directora de desarrollo empresarial del centro Vineland.
Desde los años 80, por culpa de una enfermedad llamada fuego bacteriano, la cantidad de productores en Canadá se ha desplomado, y con ella, la producción de peras del país, por lo que, actualmente, el 90% de las peras que consumen los canadienses son importadas, lo que equivale a 82 millones de dólares en peras.
Los primeros árboles de la HW624, cuyo nombre decidirá el grupo que las comercialice, podrán plantarse esta primavera, mientras que otra variedad, la HW623, se plantará el año que viene para comenzar a producir frutas en 2021. "El centro todavía está evaluando entre 80 y 100 selecciones, por lo que podría haber más peras en el futuro", concluye Culley.