Krings es una empresa familiar que cultiva y vende una amplia gama de frutas y hortalizas, especialmente manzanas. Su producción propia de manzanas abarca unas 150 hectáreas, pero también tiene contratos exclusivos con otros productores para disponer de oferta suficiente para el mercado nacional. Alexander Krings explica que, aunque se trate de una compañía comercial, tiene una relación muy estrecha con los productores y su forma de trabajar es parecida a la de una cooperativa.
"Cada uno de nuestros distintos clientes tiene sus preocupaciones y requisitos en cuando a los LMR, por lo que es importante que ayudemos a nuestros productores a cumplir los estándares de certificaciones y seguridad alimentaria", afirma.
Las variedades que más se venden en Alemania son la Gala, la Elstar, la Braeburn y la Jonagold, pero el surtido de la empresa se compone de más de 20 variedades diferentes. Actualmente, Krings y algunos de sus socios de Italia y Bélgica están trabajando en una nueva variedad club, a la que, por ahora, se refieren como Apple 60, aunque todavía no han anunciado su nombre definitivo. Su intención es lanzarla el año que viene y, una vez en el mercado, será la única empresa alemana con licencia para venderla.
Hoy en día, las variedades club que se encuentran en el mercado tienden a ser tempranas y parecidas a la Gala, pero Krings afirma que la Apple 60 se diferencia en que está relacionada con la Jonagold y se trata de una variedad tardía que aguanta muy bien en el almacén, por lo que se puede vender en verano.
"Tiene un sabor muy afrutado y una coloración roja del 70% u 80%, con el resto entre rojo claro y amarillo. Una vez esta manzana llegue al mercado, veremos cómo rinde y, después, planearemos la producción de forma acorde, ya que necesitamos saber qué opinan los clientes antes de estar seguros", asevera Krings.
"Los consumidores alemanes están cansados de que todas las manzanas sean completamente rojas y están listos para probar un sabor diferente. Ya no conocen bien las distintas variedades que hay y les influyen mucho la comercialización, los envases, etcétera. Hace falta un sabor distinto, y la Apple 60 encaja perfectamente gracias a su sabor exótico, que recuerda al del mango y la hace destacar. Además, es muy firme, como la Braeburn, y tiene una vida útil más larga, por lo que no solamente mantiene su nivel de calidad en la tienda, sino también en los hogares de los consumidores".
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Alexander Krings
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