No fue hasta la década de 2000 cuando las batatas comenzaron a ascender de nuevo, gracias a las dietas de moda, como la South Beach, la paleolítica y la Atkins.
"Todas estas dietas tienen miles de seguidores que consideran a las batatas un 'superalimento'", afirma April McGreger.
A medida que se instaba a los estadounidenses a consumir menos azúcar y más fibras y antioxidantes, la batata, que rebosa vitaminas, comenzó a aparecer de nuevo en los platos. Gracias a la larga tradición agrícola y al clima, adecuado para cultivarlas, las batatas son productos locales para prácticamente todos los agricultores de EE. UU., por lo que son perfectas para todo amante de los productos locales, de modo que comenzaron a servirse en los colegios y hasta los mejores cocineros las incluyeron en las listas de alimentos básicos del sur del país.
En el año 2000, cada estadounidense consumió aproximadamente 1,8 kg de batatas. En la actualidad, se consumen 3,4 kg, casi el doble.
"Hoy por hoy, el estado que más batatas produce es Carolina del Norte", afirma McGreger. "Muchos de los que plantaban tabaco se han pasado a la batata porque es un sustituto relativamente rentable".