Además del frío, que limita la producción en estos momentos, el hecho de que haya alrededor de un 8% menos de superficie plantada de fresa esta campaña es uno de los principales motivos que el sector encuentra en esta estabilidad. Desde 2014 la superficie de fresa continúa en descenso en detrimento del cultivo de arándano, frambuesa y, en menor medida, de mora.
Si bien la campaña pasada fue bastante anómala por la ausencia de frío y la productividad por hectárea fue muy elevada, este año, que de momento cuenta con las condiciones meteorológicas idóneas para el cultivo de la fresa, hay un mayor equilibrio entre la oferta y la demanda, en esta primera fase de campaña.