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Mejorar la eficiencia hídrica para compensar el cambio climático

Según la FAO, la población mundial aumentará un tercio de aquí a 2050 y, para satisfacer la demanda de alimentos que tendrá, la producción agrícola tendrá que aumentar un 60%. El cambio climático dificultará esta tarea aún más, por lo que la agricultura tendrá que adaptarse continuamente y sus costes serán cada vez más altos.

Los efectos más inmediatos son el aumento de las precipitaciones, la variación de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos que se asocian a ellas, como sequías e inundaciones. A medio o largo plazo, el cambio climático reducirá la disponibilidad y la seguridad de los recursos hídricos en muchas regiones que ya sufren escasez de agua en la actualidad.

Hay aproximadamente 80 países que cultivan cítricos en todo el mundo, y los más importantes se encuentran en regiones áridas o semiáridas de la cuenca del Mediterráneo, como España, Italia, Grecia, Egipto, Turquía y Marruecos. En estas regiones, la producción depende muchísimo del riego, ya que suele llover menos de lo que necesitan los cultivos y la distribución de las precipitaciones a lo largo de la temporada no se corresponde con lo que exige el cultivo.

Los árboles de cítricos son de hoja perenne y necesitan agua todo el año, aunque, en ocasiones, la falta de agua puede ocasionar una respuesta fisiológica que permite a las plantas hacerle frente. En Italia, unos investigadores de Di3A, de la Universidad de Catania, en colaboración con el CREA de Acireale y el Departamento de Geología de la Universidad de Padua, han estudiado cómo afecta la escasez de agua a la respuesta fisiológica, los intercambios de agua entre el suelo y la planta, el rendimiento de los cultivos y la calidad de las frutas, en un huerto de naranjos del este de Sicilia.

El estudio comparó dos situaciones: (i) riego completo (T1), en el que los árboles recibieron el 100% de su demanda hídrica, y (ii) riego parcial (T4), en el que los árboles recibieron el 50% de su demanda hídrica.

Producción, calidad de la fruta y eficiencia del consumo de agua de los huertos que recibieron el 100% de su demanda hídrica (T1) y de los que recibieron el 50% (T4) durante las temporadas de 2013 y 2014.

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Los resultados muestran que, en comparación con el riego completo, regar con el 50% de la demanda hídrica aumentó la producción de naranjas un 20%, y reducir el volumen de agua también contribuyó a la eficiencia del consumo de agua.


“Por lo tanto, en caso de que los recursos hídricos sean limitados, esta es una estrategia eficiente para aumentar la eficiencia del consumo de agua sin perjudicar a la respuesta fisiológica ni al desarrollo de las frutas”, concluyen los investigadores.

Fuente: Consoli, F. Stagno, D. Vanella, J. Boaga, G. Cassiani, G. Roccuzzo, "Partial root-zone drying irrigation in orange orchards: Effects on water use and crop production characteristics", 2017, European Journal of Agronomy, vol. 82, págs. 190-202.

Más información:
Simona Consoli

Departamento de Agricultura, Alimentación y Ambiente (Di3A)
Universidad de Catania
Via S. Sofia, 100–95123
Catania, Italia
Correo e.: simona.consoli@unict.it
Fecha de publicación: