Para conservar tantas variedades, los bioingenieros utilizan una cámara frigorífica que contiene tubos de ensayo con pequeñas plantas de banana, de 3 o 4 cm, y las criogeniza con células madre vegetales en nitrógeno líquido a una temperatura de -196 °C. "Mediante este método de crioconservación, podemos conservarlas cientos de años, e incluso regenerarlas para desarrollar una planta normal", explica Rony Swennen, de la Universidad de Lovaina.
En el otro extremo del mundo, el CIP gestiona su colección de patatas, batatas y otros tubérculos y raíces, y está convencido de que la tecnología que se usa en Lovaina tendrá mucho éxito."El CIP también conserva las patatas mediante crioconservación, y pronto nos mandarán una copia de su propia colección de 8.000 variedades", concluye Swennen.