El comité medioambiental del Parlamento Europeo ha votado en Bruselas a favor de una nueva normativa que anime a las naciones de la UE a reducir la cantidad de alimentos producidos que no llegan a consumirse un 30% antes de 2025 y un 50% antes de 2030. "Se trata de una obligación moral", comenta la parlamentaria Simona Bonafe.
Según algunas predicciones, una tercera parte de todos los alimentos que se producen en el mundo termina en la basura, ya que estos se echan a perder después de la cosecha y durante el transporte, o los establecimientos y consumidores terminan tirándolos a la basura, entre otros motivos.
El objetivo de esta decisión es tratar de reducir el hambre en el mundo, que, según estiman las Naciones Unidas, afecta a 800 millones de personas, que no pueden acceder fácilmente a los alimentos.