Al igual que en el norte de Europa, en Polonia la demanda es mayor en la temporada de invierno y, según Maciej Dobrowolski, de Fresh World, una de las primeras empresas que comercializó jengibre en Polonia, "siempre ha sido así. El consumo se reduce drásticamente en verano y se recupera en septiembre hasta marzo o abril, dependiendo de las condiciones meteorológicas. El año pasado, en abril, hizo más frío de lo habitual, así que la buena demanda de jengibre continuó durante más tiempo".
Dobrowolski añade que la demanda de un producto de buena calidad ha aumentado a lo largo de los últimos años y que antes el factor determinante en Polonia era el precio, pero percibe un cambio en la mentalidad de los consumidores.
"Muchas empresas se aventuraron en el comercio de jengibre sin tener los conocimientos necesarios. Uno de los principales problemas que tienen que vigilar los proveedores de jengibre es el moho, que está presente incluso en los cargamentos de la mejor calidad. Aunque existen tratamientos para evitarlo, hay que saber cómo hacerlo correctamente. Muchas veces la calidad va de mal en peor cuando intentan manipularlo mal, lo que es un problema no solo para las empresas, sino para sus clientes. Los supermercados también son muy conscientes de lo que encargan y lo que quieren en sus lineales, así que es imposible endosarles productos de mala calidad, como algunos hacían antaño", recalca Dobrowolski.
El mercado depende de Países Bajos
Países Bajos influye muchísimo en el mercado polaco. Muchos pensaron que el final de la temporada traería precios más altos, por lo que se aferraron a sus existencias, pero lo único que consiguieron fue almacenar jengibre de mala calidad, lo que lo abarató.
Esta situación prácticamente solo perjudicó a las empresas que trabajan con grandes cantidades, y no supuso un gran problema para las que solamente encargan algunos palés al mes. Como consecuencia, el jengibre se convirtió en un producto muy especulativo que depende de las empresas Chinas.
"Hay proveedores en China que se dedican a especular y no revelan la cantidad de jengibre que tienen en realidad para así manipular los precios. Nos preocupa que pueda ocurrir también esta temporada, ya que, cuando mayores son los pedidos, mayores son los riesgos".
Evitar la pérdida de calidad
Los primeros cargamentos de jengibre de China ya han comenzado a llegar a Europa, y están conformados por jengibre que ya se ha secado al aire, pero Fresh World compra tanto jengibre seco como fresco.
"Fresh World tiene la capacidad de secar al aire su jengibre y reenvasarlo según los requisitos de nuestros clientes. Ofrecemos todo tipo de formatos, desde 100 gramos hasta 15 kilos, pasando por 5 kilos. Esta versatilidad, sumada a que abastecemos a los mercados mayoristas de nuestros países vecinos, como la República Checa o Rusia y los países del Báltico, nos da cierta ventaja. Aun así, la única manera de tener éxito en la venta de jengibre es adaptarse a las necesidades de los clientes, especialmente por el riesgo que supone que no podamos vender las existencias que tenemos en el almacén y se pudran. Hay que seguir al mercado; habrá malas rachas en las que perderemos dinero, así que es importante llevar la iniciativa", concluye Dobrowolski.
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Maciej Dobrowolski
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