Por segundo año consecutivo, ZON fruit & vegetables ofrece productos españoles en su subasta durante los meses de invierno. Para ello, trabaja con varias cooperativas españolas y, al igual que el año pasado, Piet Crienen, director de inspecciones de ZON, estuvo en España para asegurarse de que se exportaban productos frescos de buena calidad.
Desde principios de noviembre, el experto ha estado "destinado" en España para inspeccionar diariamente los productos y mantener las relaciones con varias cooperativas de Almería que colaboran con ZON.
¿Cuánto dura tu estancia en España?
"Estoy aquí un total de cuatro meses, de principios de noviembre a principios de marzo, por lo que no me queda mucho para terminar. Trabajo desde un apartamento en Almerimar, una zona bastante céntrica en relación con las cooperativas a las que visito a diario en esta región hortícola".
¿En qué se diferencia la manera de trabajar española de la holandesa?
"Desde luego, hay diferencias, pero no creo que ninguna de las dos sea mejor ni peor, sino que solo son diferentes. Estoy en contacto a diario con mis excelentes compañeros en las cooperativas con las que trabajamos. Suelen tener varios puestos a la vez; es decir, alguien puede encargarse de la calidad y del comercio al mismo tiempo. En general, están muy bien organizados y trabajan con profesionalidad. Hay muchos factores diferentes, como las condiciones meteorológicas, que pueden influir en la calidad, así que es crucial inspeccionarla asiduamente".
"Mi trabajo consiste en asegurarme de que los lotes que se van a exportar cumplen los requisitos de ZON, entre otras tareas. Una de las principales diferencias con Países Bajos es que los productores españoles no clasifican ni envasan ellos mismos los productos, cosa que sí hacen los productores de Países Bajos".
"En todo caso, es importante no dar la impresión de que lo único que hago es decirles cómo tienen que hacer las cosas. Quiero llegar a las mismas conclusiones que mis compañeros españoles acerca de la calidad de los productos, y, de hecho, ellos aprecian mucho que en ZON seamos tan escrupulosos con la calidad".
¿El idioma es una barrera a la hora de colaborar?
"No, y eso que hablo muy poco español. El verano pasado, asistí a un curso intensivo de español con algunos compañeros de ZON, lo que, desde luego me ha ayudado mucho esta segunda temporada, pero, aparte de eso, es cuestión sobre todo de tener sentido común y de utilizar los consabidos gestos con las manos".
¿Su labor en España seguirá siendo necesaria a largo plazo?
"En esta etapa, es de suma importancia que 'difundamos ZON' y que transmitamos lo que la empresa quiere exactamente. A partir de ahí, podríamos llegar a la conclusión de que los productores sabrán lo que hacer después de dos o tres años, pero seguirá siendo complicado que la llamada 'cultura de ZON' quede arraigada permanentemente aquí. En ese sentido, quiero decir que tendremos que seguir haciendo lo que hacemos ahora durante algunos años, y no estaría mal que un par de especialistas en inspección españoles se unieran a ZON un mes o dos".
¿Cuáles son sus experiencias en la colaboración diaria con los españoles?
"La comunicación no siempre es óptima, pero no en el sentido de entendernos unos a otros, sino en el sentido de informarnos unos a otros a tiempo. Si una cooperativa no puede suministrar productos, es importante que los demás me lo digan con antelación, no después de que yo mismo haya llegado a esa conclusión. Además, yo también he experimentado algunas diferencias prácticas, como la famosa siesta, a la que me costó un tiempo acostumbrarme. En Países Bajos, solemos tener una pausa de 30 minutos para la comida, pero aquí, la gente tiene dos horas y se va a casa a comer. Fue todo un cambio para mí".
En el ámbito de lo personal, usted tiene ocho nietos. ¿Echan de menos a su abuelo?
"Bueno, el mayor ya tiene 16 años y están comenzando a tener su propia vida, así que no es tan malo. Hay vuelos baratos, así que mi esposa regresa a Países Bajos de vez en cuando, y supone una gran diferencia".
¿A qué dedica aquí su tiempo libre?
"Ahora mismo tengo pocas noches libres, porque nunca termino de trabajar antes de las ocho y media debido a la siesta obligatoria. Además, el sábado suele ser un día laborable normal, al menos en las cooperativas, y se trabaja hasta la una y media. En todo caso, soy una persona bastante hogareña, así que los domingos por la tarde suelo sentarme en el balcón al sol con un buen libro y una copa de vino".
¿Cómo ven los españoles a ZON?
"Muchas de las cooperativas de aquí no están acostumbradas a trabajar con subastas, así que les costó un poco acostumbrarse a ZON durante el primer año, pero todas están muy satisfechas con la colaboración que hemos forjado. Me he dado cuenta de que aprecian mucho nuestra forma de abordar todo el proyecto con seriedad".