Foto: Kenneth Chamberlain, cortesía de la Universidad Estatal de Ohio
Si los investigadores están en lo cierto, los neumáticos del futuro podrían provenir del campo. Como explica Katrina Cornish, la tecnología tiene el potencial de solventar tres problemas: permite que la fabricación de productos de caucho sea más sostenible, reduce la dependencia externa de petróleo y evita que los desechos acaben en los vertederos.
La investigadora Katrina Cornish lleva varios años cultivando nuevas fuentes de caucho nacionales, como un diente de león que produce caucho. Ahora tiene un método pendiente de patente que convierte las cáscaras de huevo y las pieles de tomate en sustitutos viables –y obtenidos localmente– del relleno de negro de carbón, derivado del petróleo, que las empresas estadounidenses suelen comprar en ultramar.