Según John Georgiou y Kostas Bampalis, de N. Apollo., cuando se supo que Oriente Próximo ofrecía un gran potencial, todas las empresas europeas se dirigieron allí en masa, razón por la que alegan que es importante mirar más allá y buscar nuevos mercados que sigan ofreciendo oportunidades.
John Georgiou y Kostas Bampalis, de A.A. Kouloura.
N. Apollo forma parte del consorcio Kasos Komex, una pequeña cooperativa de productores fundada en 1976 con el objetivo de mejorar la calidad y las desarrollar las exportaciones de la región. Su producto principal son los melocotones, incluidos los paraguayos, pero también ofrecen kiwis, manzanas, ciruelas y peras.
"Trabajamos con frutas de hueso, especialmente paraguayos, y las vendemos sobre todo a Europa Central y del Este: República Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Rumanía, Croacia y Ucrania, pero también exportamos a Chipre, Arabia Saudí, Baréin, Kuwait, Dubái y Abu Dabi. Actualmente, estamos tratando de prestar atención a otros mercados y creemos que las mejores oportunidades se encuentran en África y Asia Oriental, como Shanghái y Hong Kong", comparte John Georgiou.
Hong Kong y Shanghái son mercados que exigen certificaciones para determinados productos, como las cerezas y los kiwis.
"Transportamos las cerezas por aire y los kiwis por mar. Nuestros contactos chinos no se habían interesado por nuestros otros productos hasta hace poco, y, como ya tenemos experiencia con este mercado, sabemos lo que hay que hacer y no nos resultará muy difícil añadir otras frutas a nuestra oferta. Para nosotros es de suma importancia que la UE y el Gobierno de Grecia nos apoyen mediante la creación de programas que nos ofrezcan la oportunidad de viajar y mostrar nuestros productos a estos nuevos mercados".
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Kostas Bampalis
Komex SA
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