La fundación ha estado investigando los potenciales beneficios para la salud de algunos tomates antiguos de color mandarina.
En 2015 envió semillas a Francia para que las probasen y acaban de recibir una intrigante respuesta.
Una persona de las que los probaron era alérgica a los tomates, pero descubrió que podía comer el tomate Tangella, de color mandarina, sin ningún tipo de efectos.
La fundación se lo mencionó a la doctora Jessica Cooperstone, uno de los científicos principales en el estudio de estos tomates en Estados Unidos, quien sugirió un posible motivo.
Los alérgenos son siempre proteínas y los tomates de color mandarina carecen de una copia funcional de la enzima caroteno isomerasa (una proteína), que sí es funcional en los tomates rojos.
Por lo tanto, esta proteína de los tomates rojos podría ser la causante de una respuesta alérgica en algunos individuos.
Por tanto, cabe la posibilidad de que el consumo de tomates de color mandarina en lugar de tomates rojos permita a algunas personas degustar esta maravilla de nuevo.