James Field, director de desarrollo de negocios de la empresa Frey Farms, señaló que era miembro de la United Fresh Produce Association y dijo: "No es posible tener una perspectiva completa y precisa de las políticas federales que más afectan a nuestro sector sin mencionar la inmigración".
Field añadió que Frey Farms hacía "todo lo posible" por hacer funcionar el programa H-2A del Departamento de Trabajo, pero que resultaba "muy difícil".
"La inmensa mayoría de la mano de obra agrícola extranjera carece de la autorización laboral adecuada y el énfasis en su cumplimiento sin el acompañamiento de un programa legal de trabajadores agrícolas invitados eficaz pone en peligro nuestra industria y la capacidad del país de alimentar a nuestro pueblo de forma sostenible y asequible", advirtió.
"Les instamos a que hagan lo necesario para garantizar que cualquier legislación sobre inmigración que el Congreso discuta no sea definitiva sin un mecanismo para abordar las necesidades laborales reales y urgentes de la agricultura", añadió.