"La temporada de cítricos todavía continúa, ya que las condiciones meteorológicas han mejorado en los últimos días, pero se ha ralentizado muchísimo", afirma Coskun Eren, de la empresa exportadora Eren Tarim. Según Eren, otro de los factores que han contribuido a la situación actual tiene que ver con las tendencias de mercado relacionadas con Rusia.
"Rusia sigue vetando el comercio con Europa, lo que significa que Turquía se ha convertido en el proveedor principal del mercado ruso. Los cítricos se han encarecido mucho porque hay mucha demanda en Rusia, y también porque los precios para los productores han aumentado, de modo que este año nuestros precios son demasiado caros y no podemos competir con otros países europeos, como España, lo que ofrece más oportunidades a las otras regiones de cultivo", explica.
Durante la semana 10, los limones turcos costaban entre 0,80 y 0,90 € el kilo franco a bordo, y, dependiendo de a qué país se exporten, su precio final aumenta entre 0,15 y 0,20 €.
Esta temporada, las naranjas Valencia turcas han sufrido daños por culpa de las heladas, por lo que, aunque la temporada acaba de comenzar, es difícil encontrar productos en perfectas condiciones. Eren añade que la mayoría de empresas no quiere arriesgarse a exportar las frutas porque podrían no tener suficiente calidad.
Aunque esta situación deja la puerta abierta para un competidor como Egipto, esa posibilidad no preocupa a Eren. "A los mercados europeos no les interesan los cítricos egipcios porque no son fiables, y prefieren los cítricos turcos y los españoles", asegura.
La cosecha de limones de Turquía acaba de concluir, al igual que la temporada de pomelos. Las exportaciones de cítricos continuarán hasta finales de abril o principios de mayo, aunque habrá poco volumen. "Tenemos que tener mucho cuidado con nuestra calidad. Ahora mismo, las frutas proceden de los almacenes frigoríficos, por lo que resultan más caras debido a los costes de electricidad".
Sin embargo, incluso aunque la temporada se haya ralentizado, Eren no quiere detenerse del todo. "Cuando se deja de producir y de exportar completamente, es muy difícil volver a ponerse en marcha. Detener todas las actividades implica salir del mercado y perderse los avances actuales, por lo que se pierden los clientes, que acaban buscando alternativas", concluye Eren.
Más información:
Coskun Eren
Eren Tarim (Turquía)
Tel.: 0090-324-454-14-87-88
Correo e.: coskun@erentarim.com
www.erentarim.com