"Una de nuestras mejores jugadas ha sido trabajar con nuestro propio inspector, que comprueba todos los cargamentos en nuestras instalaciones antes de zarpar, lo que nos da una ventaja de cara a nuestros clientes rusos, que pueden estar seguros de que reciben lo que han pedido", continúa Smets.
"Trabajamos con varias plantas de envasado en Marruecos, y las más importantes del país saben dónde encontrarnos. Por otra parte, hemos reducido nuestro número de proveedores y solo trabajamos con las empresas con las que hemos tenido mejores experiencias, ya que hay grandes diferencias en este país", comenta Smets. "En general, ha sido todo un éxito. Además, hemos ampliado nuestra plantilla con dos socios rusos y estamos investigando cómo seguir mejorando aún más nuestro servicio".
"Toda nuestra oferta marroquí se destina a las cadenas de distribución rusas. Con una conexión de transporte de contenedores directa, los productos llegan de Marruecos a San Petersburgo en ocho días, y nosotros organizamos toda la logística de cabo a rabo, desde la reserva de los contenedores hasta el transporte en camión hasta los centros de distribución de los supermercados", asegura Smets.
"La ventaja que tiene la producción de Marruecos es que su oferta es relativamente estable y, a pesar del calor que ha estado haciendo en Agadir, no hemos tenido problemas para conseguir un gran volumen. Por último, a finales de abril habremos terminado con la temporada de tomates de Marruecos y empezaremos a pensar en qué otros productos pueden interesar a nuestros clientes rusos", concluye.