La empresa belga Octinion presentará el mes que viene un prototipo funcional de su nuevo robot recolector de fresas. "El sector pide este tipo de robots con cierta urgencia", afirma Tom Coen, de Octinion, en el Global Berry Congress, ya que, según explica, la mano de obra escasea y cada vez cuesta más dinero, por lo que la robotización empieza a ser una prioridad.
"Por culpa del 'brexit', se prevé una inminente escasez de mano de obra en Reino Unido", continúa Coen. "Por otra parte, en California (EE. UU.) se ha aceptado una ley para aumentar el salario mínimo durante los próximos años, por lo que será un 50% más alto en 2022. La mayor ventaja competitiva que posee este estado no es la mano de obra barata, sino el calibre de las frutas", asegura Coen. De hecho, de media, los recolectores de California y los de Europa recolectan la misma cantidad de fresas, pero, dado que las de California son más grandes, tienen un rendimiento mucho más alto.
El primer diseño del robot recolector.
Al principio, Octinion se centraba sobre todo en el mercado europeo; más concretamente, en el cultivo en soportes. "Creemos que es más beneficioso de esta manera. En comparación, robotizar los cultivos de exterior en el suelo elimina las ventajas que supone cultivar de esta manera, que son el espacio y la infraestructura", ya que, para que un robot pueda moverse entre las plantas, tienen que plantarse con más distancia entre ellas. Sin embargo, después de la demostración que presentó la empresa en septiembre del año pasado, resultó que hay muchas empresas de EE. UU. que están interesadas en este robot, algo sorprendente, ya que allí predominan los cultivos de exterior en el suelo. "No obstante, nos hemos dado cuenta de que muchas empresas estadounidenses están invirtiendo en cultivar en soportes".
Tom Coen, de Octinion.
En todo caso, este robot se puede utilizar en cualquier lugar, aunque hay que tener en cuenta varios factores para que el resultado sea óptimo. Por ejemplo, todos los caminos que haya entre los soportes tienen que tener la misma anchura, y es mejor que el espacio que haya debajo esté libre. También se pueden usar raíles, si los hay, para que el autómata circule por ellos. En cuanto a las variedades, en teoría el robot puede recolectar todo tipo de fresas, pero Coen matiza que algunas variedades le presentan más dificultades que otras, dependiendo de varios factores, como la distancia entre las frutas y la longitud de los tallos.
Una vez la empresa haya presentado un prototipo funcional el mes que viene, podrán llevarse a cabo pruebas después del verano y, si todo va según lo planeado, el año que viene habrá en el mercado un robot capaz de recolectar una fresa cada tres segundos. "Queremos que nuestro robot sea competitivo y nos estamos planteando la opción de que se pueda pagar por fresa recolectada, por ejemplo, para que la inversión no sea tan grande y los pequeños productores puedan permitírselo".