Agnieszka Arcimowicz, de Targban, afirma que, a raíz de este aumento de la demanda, el cultivo de estos tomates rosas ha aumentado aproximadamente un 40% en los últimos años, y que cerca del 30% del cultivo de tomates en invernadero se compone de variedades rosas.
"Muchos consumidores opinan que los tomates rosa son los mejores, debido a su exquisito sabor, su aroma excepcional y su precioso color rosa", explica Arcimowicz.
Sin embargo, a pesar de su tonalidad, no todo es de color rosa a la hora de cultivar estas variedades. Su vida útil es muy corta, de entre 5 y 6 días, y son difíciles de cultivar porque son más susceptibles de secarse que otras variedades.
"En un viaje que hice hace poco, me di cuenta de que los tomates rosa ocupaban una gran parte de los invernaderos de tres de cada cuatro productores que visité, lo que creo que demuestra la creciente demanda que tienen, tanto entre los clientes como entre los productores. Otros dos productores habían desplazado su producción entera para hacer sitio a los tomates rosas", comenta Arcimowicz.
En 2016, Targban exportó tomates rojos, pimientos y ciruelas a Francia, Italia, Rumanía y Reino Unido, y, para la temporada de 2017, tiene planes de añadir a la lista los países bálticos, la República Checa y Serbia.
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