La temporada de mangos de Sudáfrica prácticamente ha terminado, pero los consumidores todavía pueden comprar mangos recién cosechados en la región de Clanwilliam, en la Provincia Occidental del Cabo.
Hace doce años, tras haber trabajado como diseñador de sistemas de riego para Westfalia, en la región de Lowveld (Sudáfrica), Bernie van den Heever, de Cape Mangoes, decidió fundar un huerto de mangos en a la Provincia Occidental del Cabo. A pesar de tener muy poco capital, investigó exhaustivamente los microclimas de la región y logró hacerse con una plantación que cumplía todos los requisitos para cultivar mangos excepto uno muy importante: llovía muy poco en verano.
Por eso, sus 54 hectáreas de huertos cuentan con un sistema de riego completo, y cerca de la mitad de sus huertos están protegidos del implacable sol de la región con un tipo de malla especial, diseñado por él mismo, aunque algo positivo de su clima caluroso y seco es que evita gran parte de las enfermedades.
Van den Heever posee una pequeña cantidad de Tommy Atkins, lo justo para poner en marcha la temporada, pero se concentra en las variedades de mediados de temporada, como la Kent, y las tardías, que está recolectando actualmente, como la Heidi, la Sensation y la Keitt. Como ocurre con otras frutas, como los cítricos, la temporada de la Provincia Occidental del Cabo es más tardía que en otras provincias sudafricanas más septentrionales, como Limpopo y Mpumalanga, por lo que Van den Heever es uno de los pocos productores de mangos del país que queda cuando los productores del norte han terminado.
Gracias a ello, cuenta con grandes opciones para comercializarlos, y abastece a los grandes supermercados como Pick n Pay, Freshmark y Woolworths, así como a los mercados de productos agrícolas frescos de Johannesburgo, Pretoria, Cuidad del Cabo y, ocasionalmente, Durban. El año pasado, produjo aproximadamente 1.000 toneladas y exportó dos contenedores a Alemania, y está investigando la posibilidad de seguir ampliando esa parte del negocio.
La nueva variedad de mango, la Tropica.
Van den Heever descubrió una variedad de mango muy inusual creciendo en un jardín de Clanwilliam, por lo que la envió al Consejo de Investigación Agrícola, que le confirmó que, en efecto, se trataba de una nueva variedad, de la cual obtuvo los derechos de obtención y le puso el nombre de Tropica. "Actualmente, se está evaluando en España y en Hoedspruit (provincia de Limpopo, Sudáfrica). Creemos que es un híbrido de la Heidi y la Sensation y que ha heredado lo mejor de ambas: por una parte, su piel no es tan sensible como la de la Heidi, razón por la cual esta variedad no se puede exportar; y por otra, no tiene los problemas de calidad interna de la Sensation", explica. El productor considera que exportar la Tropica a la UE en esta época del año es una gran oportunidad, ya que el resto de exportaciones de mangos de Sudáfrica ya ha concluido.
Este año plantará el primer bloque comercial de 8 hectáreas, y Van den Heever está trabajando con Citrogold para evaluar y gestionar esta nueva variedad. Junto con 4 hectáreas de otras variedades, su superficie de mangos ascenderá a un total de 66 hectáreas.
Van den Heever cree que diversificar es una buena manera de evitar riesgos y generar empleos en la plantación durante todo el año. La mayor parte de su cosecha de Keitt se procesa en ensaladas de frutas (los consumidores sudafricanos siguen siendo reacios a los mangos de piel verde), y ha instalado una planta de deshidratado de frutas en la propia plantación para vender mangos deshidratados a los mayoristas y particulares. También elabora rollos de frutas deshidratadas, que gustan mucho en Sudáfrica, no solo con mango, sino también con albaricoque, fresa, higo y guayaba. Además, tiene un acuerdo con un productor de maracuyá para envasar y comercializar las frutas con la marca Cape Passion Fruit, y, por último, cuenta con 90 hectáreas de rooibos, una planta endémica de esta región.
Van den Heever es experto en irrigación y, para preservar la salud del suelo, opta por el riego de precisión. "Ni me acuerdo de cuándo llovió por última vez", comenta, y añade que, actualmente, el embalse de Clanwilliam está al 11% de su capacidad, aunque, por suerte, también tiene acceso a pozos.
Otro productor de mangos de la región de Clanwilliam es Jamaka Organic Farm, que cuenta con 15.000 árboles de mango, sobre todo de la variedad Sensation, cuya producción es muy abundante, aunque también está ampliando su superficie con árboles nuevos. Esta empresa se fundó antes incluso que Cape Mangoes, a mediados de los años 90, a raíz de que el padre de Jannie Nieuwoudt probó a plantar algunos árboles y descubrió que daban buen resultado en su plantación, Grootkloof, que recibió la certificación ecológica en el año 2000.
Sus árboles dan fruto en la parte más tardía de la temporada, que puede llegar hasta agosto, en pleno invierno. Su cosecha alterna años de mucha actividad con años de descanso (como, por ejemplo, este año), y puede variar de las 60 toneladas a las 120. Sus principales canales de ventas son las cadenas de distribución, como Wensleydale Farms (que se especializa en productos ecológicos) y Golden Harvest, pero cuando hay más oferta que demanda, Jamaka envía los mangos a los mercados de frutas y hortalizas convencionales, donde se venden a precios "premium", especialmente en invierno.
Más información:
Bernie van den Heever
Cape Mangoes
Tel.: +27 82 807 5882
Correo e.: bernie@capemango.co.za