"Las distintas regiones se han enfrentado a problemas distintos", según Pieter Karsten, de Karsten Group. "La temporada namibia tenía un aspecto muy sólido, pero entonces se quedó corta a punto de terminar la cosecha, lo que fue beneficioso para los productores del río Orange, en Sudáfrica, pero nuestra producción también se disparó y nuestras uvas blancas llegaron al mercado demasiado pronto, lo que ejerció cierta presión en él. Además, las uvas tardías del río Orange tuvieron problemas con la lluvia, que perjudicó a su calidad.
Por otra parte, la producción de las variedades rojas fue buena, pero los precios se resintieron un poco en algunos sectores del mercado. En todo caso, a las Crimson les fue bien, y la mayoría de productores de Sudáfrica están probando variedades nuevas, especialmente rojas tardías, de las cuales algunos ya tienen volúmenes comerciales.
"Tenemos algunas variedades nuevas con volúmenes comerciales, pero no podemos discernir si van a tener éxito con solo un par de temporadas; hay que hacer muchas pruebas durante varios años", explica Karsten. "Las condiciones climáticas y las del mercado cambian cada temporada, así que tienen que pasar algunos años hasta que sepamos cuáles son las mejores variedades. En general, ha sido una temporada difícil, pero nada que no hayamos visto antes", reconoce.
La divisa sudafricana siempre es un poco volátil y, durante un tiempo estuvo muy fuerte, lo que dificultó la situación aún más para los exportadores. Sin embargo, la inestabilidad política ha vuelto a debilitarla. Por ahora, es una situación positiva para los exportadores, pero la mayoría opina que no será beneficiosa a largo plazo. Además, Karsten prevé que habrá más dificultades a medida que continúa la disputa por el liderazgo del partido CNA.
En cuanto a la meteorología, aunque ha llovido bastante en algunas partes del país, los niveles de agua en el Cabo son muy graves, no solo para la agricultura sino para la población de las localidades de la zona, que podrían quedarse sin agua. La Ciudad del Cabo necesita un invierno frío para que nieve en las montañas y que los ríos vuelvan a fluir, y, aunque Karsten no tiene noticias de que se haya perdido ninguna cosecha de uvas por ahora, si pasa otro invierno con pocas precipitaciones, la situación será peligrosa.
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Riana Karsten
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