Hace dos años, Johan Kriegler, director ejecutivo de Kriegler Farms, del valle del río Hex, en Sudáfrica, decidió hacer algunos cambios a sus cámaras de conservación de uvas de mesa con el fin de dar a sus frutas el mejor tratamiento poscosecha posible.
Johan Kriegler, con un racimo de SugraOne (fotografía de Louise Brodie).
Kriegler instaló cuatro unidades del sistema de humidificación Aquaroom 4S de Miatech para aumentar hasta el 95% la humedad relativa de la cámara de conservación, que mantiene las uvas a una temperatura de 20°C con el fin de reducir el gradiente de humedad entre las frutas y el aire que las rodea, ya que, si este es más seco que las uvas (algo inevitable en Sudáfrica), la humedad se escapa de las frutas al exterior y estas comienzan a descomponerse.
Kriegler Farms traslada las uvas a las cámaras entre 12 y 20 minutos después de cosecharlas para comenzar cuanto antes el tratamiento poscosecha, que se complementa con cuatro unidades del filtro BIOTurbo 300, que eliminan de la atmósfera el etileno, las bacterias y las esporas fúngicas.
Gracias a la elevada humedad relativa que hay dentro de las cámaras de conservación, se pueden cortar las partes vegetativas superfluas de los racimos sin que los tallos se sequen, y comenzar a envasar las uvas a la mañana siguiente, con lo que se ahorra tiempo. "El secreto es cortarlas lo antes posible. Antes, las uvas comenzaban a secarse en las cámaras de conservación, pero ahora podemos mantenerlas ahí durante más tiempo y con mejores resultados", explica Kriegler. "Además, si los tallos se mantienen verdes, no se desarrollan infecciones".
Filtro de aire BIOTurbo en una cámara de conservación.
Jan Lievens, de Miatech, describe el proceso de cosechado como "cortar el cordón umbilical de los racimos". "Por eso, al dejarlas toda la noche para que alcancen la temperatura idónea, las uvas se relajan y no están estresadas en una atmósfera con una humedad alta", afirma. Después de recolectarlas, las uvas se envían al almacén de Hexkoel, donde se refrigeran al -0,5% durante un periodo de entre 24 y 30 horas.
"Esta ha sido la segunda temporada que hemos utilizado esta tecnología y la calidad ha mejorado mucho, lo que se nota en que hemos recibido muchísimas menos reclamaciones con motivo de la calidad. De hecho, no hemos recibido ninguna reclamación de Woolworths y, aunque aún es demasiado pronto para hablar de los mercados de exportación, está claro que la calidad es muy buena y los tallos son mucho más verdes", afirma Kriegler.
Por si fuera poco, la empresa ha instalado un filtro de aire BIOTurbo 100i en el camión frigorífico que transporta las uvas hasta Woolworths. Kriegler es el primer agricultor de África que lo ha hecho y, por ahora, el único.
Kriegler Farms divide sus uvas a partes iguales entre el supermercado sudafricano Woolworths y los supermercados de Reino Unido, como Marks&Spencer, Sainsbury’s y Tesco. Según David Cuff, jefe de compras de productos agrícolas frescos de Woolworths: "Kriegler Farms es uno de nuestros proveedores principales, y nos suministra el 25% de nuestras uvas totales".
Por otra parte, Kriegler Farms destina a Reino Unido el 87% de sus exportaciones totales y, además, este año ha enviado por primera vez dos contenedores a Estados Unidos. "Prefiero trabajar con los supermercados porque sé que recuperaré mis costes de insumos y, de esta manera, reduzco los riesgos. Prefiero tener un margen de beneficios pequeño a no saber si lo voy a tener. El año pasado nos fue muy bien en el mercado británico, ya que el tipo de cambio estaba a 21 o 22 rands la libra, mientras que este año está a unos 16,50 rands la libra, pero seguiremos teniendo beneficios. La otra ventaja que supone Reino Unido es que, allí, los precios de las uvas son bastante constantes", argumenta Kriegler.
Hace cuatro años, sus plantaciones tenían una proporción bastante grande de uvas con pepitas, pero, en la actualidad, la empresa sigue las tendencias y solo cultiva uvas sin pepitas. Kriegler asegura que ha invertido mucho en nuevas variedades. "En general, estamos muy satisfechos con nuestras variedades, como la Sweet Celebration de la gama IFG, las variedades Sheehan y las más antiguas, como la SugraOne y la Crimson. La única variedad que no nos funcionó muy bien fue la Autumn Royal, que ya no cultivamos".
Plantación en Klipheuwel (fotografía de Louise Brodie).
Jan Lievens cree que el control de la temperatura solamente soluciona una parte de los requisitos de poscosecha. "Juntas, la humedad y la temperatura son especialmente importantes para minimizar la diferencia de presión del vapor de agua entre los productos y el entorno. La humedad del entorno debe mantenerse a un nivel que minimice el déficit de presión del vapor de agua", aclara.
Lievens continúa: "En una hora, una uva de mesa sin refrigerar a 32°C se deteriora tanto como si pasara un día a 4°C o una semana a 0°C. En Sudáfrica, todavía no se valora lo suficiente la tecnología de poscosechado, ya que los agricultores invierten el 95% de su tiempo y su dinero en el proceso de producción, con el que obtienen productos fantásticos, pero descuidan el 5% restante. Sin embargo, los estudios demuestran que la humedad relativa es crucial y que no basta con humedecer la fruta con un poco de agua: tiene que ser una humedad seca o la fruta se echa a perder y enferma". Según Lievens, la labor de cualquier agricultor del mundo solamente termina cuando los clientes han comprado los productos.
La tecnología de Miatech se utiliza cada vez más entre las empresas productoras de uvas de Chile y Perú, como la peruana El Pedregal, así como en los almacenes de China, donde los filtros BIOTurbo tienen cada vez más demanda. Por último, el sistema de humidificación Aquaroom lleva usándose desde hace 30 años.
Más información:
Johan Kriegler
Kriegler Farms
Tel.: +27 23 357 9802
Correo e.: jk@breede.co.za
Jan Lievens
Miatech/Umhwebo Trading Enterprise
Tel.: +27 78 992 2485
Correo e.: jan@umhwebo.com