La popularidad de este tipo de calabaza ha ido en aumento, tanto dentro, como fuera del España. Países como Noruega, Suecia, Finlandia, Francia e Inglaterra son sus principales consumidores e importadores, por lo que el cultivo de esta hortaliza se ha visto incrementado en los últimos años.
“Comenzamos plantándola porque teníamos un cliente inglés que nos lo solicitaba”, comenta Arturo Fernández, gerente de Cortijo Las Palomas, de Sevilla. De esta forma, esta empresa ha pasado de dedicarle unas dos hectáreas, con una producción de 40.000kg al año, a 500.000kg en la actualidad y con posibilidades de seguir creciendo. “No nos cerramos a otras variedades, más bien nos hemos centrado en las que los clientes nos han pedido”, aclara Fernández.
“Comenzamos plantándola porque teníamos un cliente inglés que nos lo solicitaba”, comenta Arturo Fernández, gerente de Cortijo Las Palomas, de Sevilla. De esta forma, esta empresa ha pasado de dedicarle unas dos hectáreas, con una producción de 40.000kg al año, a 500.000kg en la actualidad y con posibilidades de seguir creciendo. “No nos cerramos a otras variedades, más bien nos hemos centrado en las que los clientes nos han pedido”, aclara Fernández.
En cuanto a los precios, “el año pasado fueron bajos, el kilo estuvo por debajo del euro, y creemos que este año no habrá mayor diferencia ya que todo ha transcurrido igual que la temporada pasada hasta el momento”, explica Fernández.
A día de hoy, esta empresa del sur de España dice contar con dos ventajas con respecto al resto de productores: “A la típica climatología mediterránea, que es ideal para esta hortaliza, hemos elegido cuidadosamente una variedad temprana para asegurarnos de ser de los primeros en la recolección”, comenta Fernández, y “tenemos una gran capacidad de almacenaje a largo plazo en perfectas condiciones gracias a un sistema de renovación de aire y control de temperatura”, añaden desde Cortijo Las Palomas.
Para más información:
Arturo Fernández Leal
Cortijo Las Palomas
Telf.: +34 607 91 51 25