"Fijémonos en Emilia-Romaña, por ejemplo. El déficit desde octubre de 2016 es de 400 mm de lluvia en las provincias de Parma y Piacenza, y de 200 mm entre Reggio y Bolonia. Romaña se las arregla algo mejor con 80-200 mm menos. Por supuesto, los cultivos sufrirán estrés, en especial si no hay disponibilidad de agua para el riego. En el sur de Italia, la falta de agua no es tan acusada".
Las temperaturas medias también son preocupantes. En febrero, eran 2,3 ºC más altas que la media, seguidas por 2,9 ºC más en marzo, 1,9 ºC en abril y 1,1 ºC en mayo. Junio está registrando una media de, al menos, 2 ºC más.
Árboles secos por la sequía y la falta de riego (foto de archivo de la temporada 2012-2013)
"En estos momentos, 2017 es equiparable a 2012 y 2003. Todo dependerá de la temperatura y la lluvia de los tres próximos meses estivales. También debemos tener en cuenta que este invierno nevó muy poco y los ríos se han resentido".
La tasa entre lluvia y evapotranspiración es negativa. En Emilia-Romaña, ha llovido menos de la mitad de lo normal entre octubre y la actualidad.
La previsión hecha por la Arpa el 19 de junio es de temperaturas cercanas a los 35 ºC en Emilia-Romaña, al menos hasta el 25 de junio.