Es de sobra conocido que como comerciantes de frutas y verduras tienes que tener cuidado de los emails de compradores de supermercados que de repente te hacen pedidos de camiones llenos de productos. Actualmente, el robo de identidad es un poco más refinado. Un importador en Barendrecht recientemente recibió una solicitud para pagar a un transportista extranjero por adelantado. El email estaba configurado como el que el transportista siempre utiliza. Un problema: este email estaba pirateado.
“Mi proveedor me envió un email para ver si podía pagarle rápidamente su suministro químico de China, ya que tenía la mercancía lista en el puerto. Le tenía que mandar 180.000 euros. Entonces, le mandé un adelanto por la nueva temporada unas semanas antes, por lo que no entendía nada. Cuando le mandé un email, me respondió una cosa parecida a “hemos sido amigos durante años”. Me escribió con el mismo estilo y parecía conocer de qué hablaba. Estos son delincuentes que han hecho su trabajo de investigación”, dice el importador.
“Lo más difícil fue que no podía ponerme en contacto con el transportista real en ese momento. Un día y medio más tarde, le pude llamar por teléfono y, al parecer, él no sabía nada de todo esto. Afortunadamente, no le había mandado el dinero. Nos hemos vuelto aún más cautelosos con los emails de los proveedores que dicen que han cambiado de banco, por ejemplo. Nuestra política es que comprobamos solicitudes de este tipo inmediatamente por teléfono. Lo que también hacemos es mandar únicamente 100 dólares para empezar, y esperar una respuesta para mandar el resto posteriormente. Una persona precavida, vale por dos”.