"Esperamos que el veto alimentario siga estimulando la producción y no se limite a 2018. Prevemos que el veto se mantenga en vigor hasta 2020", dijo el ministro a la agencia de prensa rusa Tass. Rusia ha estado invirtiendo en producción nacional desde el veto y su objetivo es ser lo más autosuficiente posible en lo que a alimentación se refiere.
La prolongación del veto no ha llegado por sorpresa. Rusia continúa subrayando que el veto es una respuesta a las sanciones que Europa le ha impuesto a Rusia. Por ese motivo, Europa debe ser la primera en reducir ls sanciones. El presidente Putin reiteró lo anterior durante una entrevista televisiva el pasado mes, antes del anuncio de la nueva ampliación. "Nuestro Gobierno ha ampliado las sanciones hasta el 31 de diciembre. Veremos cómo progresan nuestras relaciones con los países que nos han impuesto sanciones. En cuanto a la interminable prolongación de las sanciones, si nuestros homólogos retiran las sanciones económicas, nosotros haremos lo mismo. De lo contrario, tendremos problemas con la OMC", declaró el presidente Putin.