“La exportación en sí no es difícil, es más bien cuestión de generar una relación de confianza con el comprador”, explica Rosalva Carreón, responsable de Curenho SA. Para ello, empresarios mexicanos creen necesario realizar cambios en diversos aspectos que podrían reforzar el entramado logístico del país. “En nuestro caso, lo que sí puedo ofrecer a los clientes cuando tienen dudas ante una petición de pago anticipado, es invitarles a ver nuestras instalaciones, la forma en la que trabajamos. Enseñarles a ver todo lo que hacemos para que a ellos les llegue bien y a tiempo lo que nos están comprando”, explica Carreón.
Por una parte, se encuentra el punto del sistema bancario: las transferencias se ralentizan por tener que pasar primero por un banco estadounidense y luego remitirse al mexicano. Esto hace que el dinero tarde en llegar a la empresa productora y el envío se realice más tarde. “Esta situación se agrava cuando el país, por su huso horario, se encuentra más avanzado que nosotros, como es el caso de Nueva Zelanda”.
Por otra parte, “estaría muy bien tener una base de datos de todos los productores certificados para poder localizarlos de manera efectiva”. Además, “necesitamos que el gobierno también apoye a los productores que no tengan dichos certificados y les hagan ver que necesitan la certificación Global GAP para vender a Europa”, añade Carreón.
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Rosalva Carreón Ibarra
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