Debido a que las bayas de Goji se cosechan a altitudes elevadas en las montañas del Himalaya, el único método de conservación disponible y posible en esas condiciones en el pasado era la deshidratación. Sin embargo, los avances recientes en tecnologías de congelación han derivado en una nueva tendencia en el procesamiento de las bayas de Goji: la congelación rápida individual o IQF.
"La ventaja de congelar las bayas de Goji es que el sabor y la forma originales no se pierden y los consumidores pueden descubrir una baya muy distinta y sabrosa. Los consumidores mencionan que el sabor de la baya de Goji congelada es similar a un smoothie afrutado con un magnífico equilibrio entre dulzor y acidez. Las bayas de Goji IQF saben mejor que deshidratadas y abren nuevas oportunidades de negocio para los procesadores de este producto", explica Salina Liang, gerente de ventas para Extremo Oriente en Octofrost.
La diferencia está en las matemáticas. Se necesitan aproximadamente 8 kilos de bayas de Goji frescas para producir 1 kilo de bayas deshidratadas, pero cuando se congelan, 8 kilos de bayas frescas se convierten en algo más de 8 kilos de bayas congeladas. Salina asegura que la ventaja añadida de la congelación es que el precio por kilo de bayas de Goji congeladas y deshidratadas es muy similar, alrededor de 5 a 9 dólares. Esto significa que hay una tasa de rentabilidad de alrededor de 1 a 8 a favor de la IQF frente a las bayas deshidratadas.
"Los procesadores de baya de Goji que utilizan congeladores IQF de OctoFrost se complacen en hablar de un producto perfectamente congelado con tallo. De esta forma, cuando el producto se descongela, mantiene un aspecto muy natural, pues el tallo conserva la forma y la estructura de la baya de Goji. Además, se informa de que tan solo el congelador de OctoFrost logra mantener el tallo de color verde y con aspecto natural, lo que, por descontado, se suma a un producto congelado atractivo y un precio de venta premium", añade Salina.
"Junto con las bayas convencionales, las congeladas con el proceso IQF reciben cada vez más atención y los procesadores las consideran una oportunidad de inversión importante. Una cosa está clara, y es que las bayas de Goji han llegado para quedarse y que su versión deshidratada no ha sido más que un humilde comienzo si se compara con lo que esta baya puede ofrecer", concluye Salina.
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