El cultivo orgánico está en auge en España, especialmente en las hortalizas de invernadero. Job van den Berg, de Bio Montaña, el socio español de Best Fresh Group, contesta a la pregunta de si esta situación tiene un efecto negativo en el mercado holandés, o es una cuestión de oferta y demanda. Explica que el cultivo holandés de invernadero no tiene que temer. La demanda de productos orgánicos es demasiado grande, y la producción en España depende demasiado de las circunstancias climáticas. Sin embargo, si que representa un importante factor de riesgo.
La crisis económica fue un impedimento para lo orgánico durante mucho tiempo. Ahora que ha disminuido, los consumidores eligen verduras orgánicas más a menudo y más conscientemente. Ese cambio también puede ser visto en el nivel de cultivo. Los grandes productores españoles convencionales ahora también están comenzando con orgánico, tienen en mente grandes volúmenes, lo que implica cientos de hectáreas.
España como proveedor preferido
La influencia de los orgánicos en España ya ha tenido un efecto notable en el cultivo holandés. Un retail alemán como Aldi Nord, ve en España a un socio confiable para el suministro durante todo el año de la conocida trinidad, tomate, pimiento y pepino. El retail de descuento volverá al cultivo holandés solamente si el español no es suficiente. Debido a eso, los Países Bajos juegan en su mayoría un papel de "relleno de huecos". Solía ser al revés en el pasado, el mercado sólo miraba el producto holandés, y España apenas participaba o no participaba en absoluto. En cuanto a la oferta orgánica, España se está desarrollando de tal manera que los retail no demandan el producto holandés de antemano. España ha estado trabajando duro para ser conocido como proveedor durante todo el año, y con éxito, aparentemente.
En cuanto al precio, el cultivo es mucho más rentable en España, menciona Job. Cuando las cosas se ponen feas, para los grandes retails, el precio es de mayor importancia que el país de origen, a excepción de las tiendas orgánicas locales. Job acentúa que mientras la calidad del producto español no sea inferior a la holandesa, España seguirá siendo el proveedor preferido, ya que la Península Ibérica puede producir una multitud de productos durante todo el año.
Las grandes inversiones aumentan las oportunidades de ventas
La calidad del cultivo ha aumentado considerablemente en los últimos años. Los agricultores invierten en invernaderos más modernos, que se pueden calentar en invierno, cada vez con más frecuencia, lo que se refleja en la calidad del producto también. Las inversiones de capital en el transporte y el almacenamiento refrigerados, los almacenes acondicionados ultramodernos y un mayor rendimiento desde el cultivo al producto envasado, han tenido un impacto positivo en la vida útil, aumentando las opciones de venta.
Debido a estos desarrollos, hay un cierto solapamiento con el producto holandés dentro del segmento de vegetales de invernadero. Los volúmenes de pepinos españoles llegaron en grandes cantidades al inicio de la temporada, lo que tuvo su efecto en la fijación de precios. En las últimas semanas, los precios de los calabacines y pepinos han estado bajo mucha presión. Cuando los precios son bajos, el equilibrio natural regresa, explica Job. Para las verduras al aire libre no hay mucho solapamiento, las ventas de estas son bastante sincronizadas.
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Bio Montaña
Job van den Berg