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Los productores de Michigan solventan la escasez de trabajadores con el programa de visados

Los trabajadores migratorios de temporada son una necesidad para los agricultores de Michigan, pues pasan la mayor parte del año cuidando la tierra y alrededor de cinco meses recogiendo los frutos de su trabajo. Muchos cultivos de frutas necesitan ser tratados y cosechados en el momento adecuado, sino los productores corren el riesgo de tener que desecharlos.

Leitz atiende 700 acres de manzanas, pepinos, melones cantalupo, arándanos y tomates (su mayor cultivo), junto a sus tres hermanos. Con el paso del tiempo, él y su familia han notado en la granja Sodus, una disminución del número de trabajadores que regresan para cada cosecha.

El problema se tornó preocupante en 2013, Leitz explica que tuvieron que dejar alrededor del 25% de la cosecha en el campo porque no podía ser recogida con la suficiente rapidez.

Leitz comunicó a The Herald-Palladium, que los productos sólo se pudren en el campo si no reciben suficiente ayuda. En 2013 tuvieron muy buenos mercados, buena calidad y buena cantidad en el campo, lo que todos los agricultores quieren. Por desgracia, tuvieron que acortar su superficie de nuevo. Se necesita mucho para cultivar un acre de pepinos, desde 4.000 a 6.000 dólares por acre para poder cosechar cualquier cosa.

Temiendo lo peor, Leitz comenzó a solicitar trabajadores agrícolas temporales H-2A en 2015.

Bajo el programa federal H-2A, los agricultores están obligados a anunciar en los periódicos locales los puestos de trabajo antes de aceptar a los trabajadores extranjeros. Los agricultores deben pagar el transporte hacia y desde el país de origen, y proporcionar alojamiento y comidas.

El programa H-2A fue creado en la década de los 90 para ayudar a los empleadores agrícolas a traer trabajadores temporales extranjeros a los Estados Unidos, para hacer el trabajo estacional que los trabajadores domésticos no podían o no estaban dispuestos a hacer. Los titulares de visados H-2A viven y trabajan en los Estados Unidos por varios meses seguidos, pero no son considerados inmigrantes, y el programa no se considera un camino hacia la ciudadanía.

No hay limitaciones en el número de trabajadores temporales que pueden ser admitidos en los EE.UU. Sin embargo, el programa puede resultar caro para los agricultores.

Los agricultores también deben aceptar pagar un salario específico. En Michigan, se ha fijado en 12,75 dólares por hora en 2017. Cuando se calculan todos los gastos, Leitz estima que los trabajadores cuestan alrededor de 17 dólares por hora. Expresa que esto ha aliviado su problema laboral, pero que es un programa de último recurso.

Por ahora este año casi 6.000 visados agrícolas han sido aprobados para los agricultores de Michigan, más de cuatro veces la cantidad aprobada en 2014, y más de 10 veces el número en 2013.

A pesar de aumento el interés, los agricultores afirman que el programa H-2A es inconveniente y costoso. También ha sido criticado por ser fácil de abusar. En algunos casos reportados, se ha dicho que los empleadores son negligentes en medidas de seguridad y roban salarios mientras enfrentan reacciones un poco violentas.

Sin embargo, los que están familiarizados con el programa de visados, lo describen como la única opción legal de la industria para obtener trabajo agrícola temporal.

Leitz Farms por lo general solicita a unos 150 trabajadores H-2A. Todavía reciben trabajadores que cosechan para ellos desde hace años, ya sean locales o extranjeros. Con todo, Leitz dijo que tienen más de 200 personas, que atienden los 700 acres en los diferentes trabajos desde la cosecha al empaquetado.

La parte que menos le gusta es el papeleo. A pesar del aplazamiento de la ICE, el Departamento de Trabajo puede pasar en cualquier momento a por los documentos de la granja.

Leitz cuenta que, en su primer año con el programa, cuando llevaba seis semanas, seis oficiales federales le visitaron para comprobar los papeles y la vivienda, y entrevistar a gente en los campos. Después de dos días, se fueron sin problemas, pero él siguió nervioso hasta la mitad de la cosecha.

Explica que los federales hacen eso con todos los productores de H-2A, aunque ellos no confiesan tener como objetivo investigar el programa, lo hacen. Una inspección del Departamento de Trabajo está garantizada, Leitz ha tenido tres en su vida sin haber usado el programa, pero porque son grandes empleadores que están en el punto de mira.

El dinero puede ser un factor frustrante para los productores del programa. Además de pagar los visados de los trabajadores, los agricultores también deben tener en cuenta su transporte, vivienda, sustento y un salario por hora.
A pesar de estos gastos imprevistos que vienen con el programa, Leitz dijo que H-2A está expandiéndose en el suroeste de Michigan. Comenta que recibe una o dos llamadas semanales de productores del estado, y a veces de otras partes del país.

Leitz está a favor con todo, excepto con los 12,75 dólares por hora. Tiene que competir con Canadá y México, y los trabajadores en su país en una semana, cobran igual que tres meses en México. La cantidad de productos que se importan en los Estados Unidos se ha triplicado en los últimos 15 años, dejando a muchos productores estadounidense fuera de los negocios. 

Al final, sin embargo, Leitz está agradecido con el programa, y cree que sin él su granja estaría cerca de estar fuera del negocio.


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