La demanda de esta fruta aumenta año tras año, haciendo que muchos de los agricultores empiecen a priorizar a la hora de hacer sus ventas. De esta forma, atienden primeramente la petición de sus clientes habituales y, después, la demanda de nuevos clientes. “A veces debemos recurrir a la producción de otros agricultores de la zona para poder cubrir todos los encargos”, explica Claire Arquillière, miembro del equipo Palacios Escutia.
El siguiente paso que han dado los consumidores, comenta Claire, es el comienzo de esta fruta en su modalidad ecológica. “Nosotros hemos empezado a cultivarla, con todas las acreditaciones correspondientes, pero aún no alcanzamos los volúmenes de aguacate tradicional con los que habitualmente trabajamos -entre 1.500 y 2.000 toneladas-“.
En este sentido, explican desde Palacios Escutia, América Latina tiene cierta ventaja, y es que las fincas de aguacate ecológico del otro lado del charco son considerablemente mayores. De esta forma, es complicado competir con los volúmenes que pueden exportar al resto del mundo. No obstante, “el cultivo de aguacate ecológico se irá incrementando poco a poco en España, la gente quiere saber lo que come, lo que pone en el plato, es algo totalmente sano”.
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Claire Arquillière
Palacios Escutia
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