Investigadores del Instituto de Ciencias Weizmann de Israel, han estado trabajando en el desarrollo de nuevas variedades de hortalizas y frutas en colores nuevos y no convencionales, y con aún más valores nutricionales.
Lograron injertar patatas, berenjenas y tomates con genes de remolacha con excelentes resultados.
Gracias a los investigadores israelíes, pronto se podrá comprar nuevas frutas y hortalizas en el mercado de agricultores más cercano: simplemente hay que solicitar al vendedor tomates morados, berenjenas rojas y patatas moradas. El producto es incluso más saludable y más resistente al moho.
Las hortalizas, teñidas de color rojo púrpura, también aumentaron considerablemente su valor nutricional: ahora contienen un 60% más de antioxidantes y son un 90% más resistentes al moho.
El profesor Assaf Aharoni y el investigador postdoctoral Guy Polturk del Instituto Weizmann, los dos investigadores detrás del nuevo descubrimiento, no sólo lograron transferir rasgos beneficiosos para la salud de las remolachas a otras frutas y hortalizas, sino que también lograron aislar los cambios de color; incluso cuando se cambió el color de una fruta u hortaliza, sus tallos y hojas mantuvieron sus colores originales.
"Los pigmentos son relativamente raros en la naturaleza, se pueden encontrar en la acacia, en las flores y en las plantas comestibles como la remolacha", dijo Poltork. "Por lo que usamos estos pigmentos para producir otras frutas y hortalizas desde cero e inyectarles valores nutricionales importantes".
Existe cierta controversia en torno a los productos genéticamente modificados, pero el profesor Aharoni cree que tales desarrollos serán cada vez más importantes y, en última instancia, permitirán que las personas consuman menos alimentos a la vez que reciben un mayor valor nutricional por pieza de fruta u hortaliza.