"Alemania: "Necesito la opinión de personas jóvenes y críticas"

Cada día, a medianoche, en el almacén del mayorista Konrad Koester, de Düsseldorf, se encienden las luces, que brillan hasta las 6 de la mañana, cuando sale el sol, así que los empleados apenas se dan cuenta de que trabajan de noche. Este proveedor de servicios único pone empeño en el bienestar de su personal y de su clientela. Además de la iluminación, Koester también cuenta con salas de relajación y obras de arte en su pabellón. "Nos aseguramos de que haya un buen contacto para que el cliente se sienta seguro y relajado. Cada cliente trabaja con la persona con la que se siente cómodo".

El pabellón del mayorista Konrad Koester no se parece a ninguno de los de sus colegas. Hay surtidos de productos y vehículos, pero aparte de eso, apenas hay ninguna semejanza. El almacén es moderno, luminoso y, por encima de todo, está decorado. El jefe nos muestra orgulloso las cámaras frigoríficas, cuyas paredes están decoradas con fotos y pinturas. "Está pensado para los empleados y para los clientes, para que se relajen un poco cuando lleguen aquí. Es decir, pueden dejar el ajetreo detrás: factores como la iluminación y el arte tienen un buen efecto sobre las personas", asegura Koester. En su oficina, en el segundo piso, nos muestra una imagen de dos cisnes: "Se emparejan de por vida. Queremos este tipo de continuidad con nuestros clientes".

El año pasado, Koester y sus 32 empleados se mudaron al pabellón y decidieron cambiar por completo la imagen de la nueva empresa. Encargó a un artista darle vida a las cámaras frigoríficas y la oficina, y "dotar de alma a la empresa".

"Las horas de trabajo y de ajetreo en este sector son muy malas, así que es mi responsabilidad hacer que la gente se sienta bien", dice Koester. En la actualidad, el mayorista espera también una total confianza de su personal. "Mis clientes saben que siempre nos miramos a los ojos. Por otro lado, como jefe, también tengo que hacer mi parte. En ocasiones necesito guardar las distancias entre mí mismo y mis empleados".

La esencia de la vida 
Cualquiera que viera una empresa mayorista como esta, no imaginaría que Koester tuvo que empezar desde cero. "Al principio, no tenía nada de capital y solo podía comprarme una furgoneta hippy. Todos los comerciantes se reían y uno incluso me dijo: 'Si sigues así, no durarás mucho'". A pesar de todo, Koester aguantó, aunque enfermó de gravedad cuando tenía 42 años y tuvo que someterse a una operación quirúrgica de la espalda. "Todo lo que estaba haciendo hasta entonces, de repente carecía de sentido. Abrí los ojos: ya no permito comportamientos arrogantes. La base es, simplemente, la esencia de la vida".

Koester nos muestra una pared con fotos de todo el mundo

Unos 13 años después de este cambio desastroso, Koester sigue ahí: relativamente sano y con éxito. Sin lugar a dudas, tiene que ver con su personal, una mezcla saludable de empleados jóvenes y empleados con experiencia. Su hija Sarah, por ejemplo, también trabaja en la empresa. "Las personas de larga trayectoria, como yo, son más propensas a volverse más rígida en el largo plazo, por eso necesito la opinión de personas jóvenes y críticas". El pabellón tiene varias instalaciones para el descanso de su personal. Además de una sala de relajación con un aparato de masajes, Koester tiene también un dormitorio. "Mi capataz hace una pequeña siesta de 10-20 minutos todas las mañanas para cargar las pilas".

Empresa de servicios
Konrad Koester Fruchtgroßhandel lleva presente en el mercado mayorista de Düsseldorf desde 1988. El mayorista es una empresa de servicios y ofrece, además de frutas y hortalizas frescas, productos listos para cocinar, patatas procesadas y mezclas de hortalizas. Entre la clientela de Koester figuran establecimientos de catering y retailers de la zona de Ruhr y Münsterland.

Más información:
Konrad Koester - Fruchtgroßhandel GmbH