Según el periódico singapurense Lianhe Zaobao, es imposible celebrar el Año Nuevo del calendario lunar sin las mandarinas que representan la buena suerte. Todas las familias chinas de Singapur las compran y las obsequian como presentes para expresar buenas intenciones o para disfrute propio. Cuando los singapurenses hacen regalos, prestan atención al estatus y, por tanto, se inclinan por mandarinas relativamente grandes. En general, una mandarina solo se considera mandarina de Año Nuevo si su diámetro es de entre 75 y 85 mm.
Este año, el Año Nuevo lunar cae en febrero. Las mandarinas de toda China han tenido una temporada abundante y tienden a ser dulces. Sin embargo, el presidente de la Asociación de Importadores y Exportadores Hortofrutícolas de Singapur, Zheng Qianmu, señala que este año China ha sufrido un exceso de lluvia que ha limitado el tamaño de las mandarinas de Yongchun. Por tanto, la cosecha de mandarinas de Año Nuevo es menor de la esperada. Aun así, no habrá problema con la oferta de esta zona encargada con antelación.
Zheng añade que el crecimiento continuado de la economía china en los últimos años ha facilitado la expansión de las mandarinas de Año Nuevo del sur al norte. Anteriormente, tan solo los habitantes del sur compraban mandarinas para celebrar el Año Nuevo lunar, pero este año la costumbre ya se ha extendido a otras provincias. Esto ha provocado un aumento de la demanda y el precio ha seguido la misma tendencia. Se puede comprobar en grandes supermercados que el precio al por menor de las mandarinas ha crecido este año de u 10% a un 20% en comparación con el año pasado.
Fuente: chinaqw.com