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Tecnología de techo retráctil para los productores de berries

En lo referente a los techos retráctiles, cada vez son más los productores que buscan mejores tecnologías, según Luis Gaxiola, de Cravo Equipment, con base en Ontario Canadá. Cravo es un negocio familiar con 35 años de experiencia y el diseño y la fabricación de invernaderos automáticos de techo retráctil. Gaxiola ofreció una presentación en el congreso de la North American Strawberry Growers Association celebrado en Nueva Orleans el mes pasado.

Gaxiola observó en su presentación que los productores se decantan por los techos retráctiles para adquirir más control sobre el clima del que permiten los túneles. Según él, los techos retráctiles ofrecen a los productores la posibilidad de maximizar la producción. "Los productores de todo el mundo tratan de ser más eficientes con sus métodos de producción para conseguir una mayor rentabilidad por hectárea", aseguró. "Buscan vías de mejorar las ventanas de producción y así dotar de un mayor valor a sus producciones".

Climas fríos
Los techos retráctiles se utilizan en climas fríos para absorber el máximo de energía solar posible. Abrir el techo cuando las temperaturas no son demasiado bajas permite que las plantas crezcan con más vigor y ayuda a reducir los problemas provocados por la humedad.



"La capacidad de abrir el techo cuando las condiciones son óptimas en el exterior permite que las plantas reciban más luz y se calienten antes al estar expuestas a la luz solar directa", explicó Gaxiola. "La combinación de más luz, menor humedad y viento ayuda a secar las plantas para incrementar la tasa de pérdida de agua, lo cual fomenta el desarrollo de las flores, aumenta el tamaño de los frutos y también el Brix. Secar las hojas ayudará también a reducir el riesgo de enfermedades foliares".

Después, el techo se puede cerrar para proteger a los cultivos de berries de las temperaturas frías, si es el caso. "Si las temperaturas son bajas y suponen un riesgo para el cultivo, el techo se puede cerrar después", añadió. "Para la cobertura, utilizamos un plástico transparente que activa un efecto invernadero y puede mantenerse totalmente cerrado para proteger las berries".

Climas cálidos
Para los productores de berries situados en zonas más cálidas, Gaxiola apuntó que el techo retráctil ayuda también a maximizar la producción. Así mismo, recomendó el uso de un techo blanco para desviar la fuerte luz solar. "Si se cultiva en climas cálidos, un techo retráctil blanco permite a los productores centrados en la producción de invierno trasplantar semanas antes, lo cual les permite adelantar la cosecha, antes de que se empiece a trabajar en la producción de campo abierto", detalló. "El techo blanco también se puede cerrar por la noche durante el invierno para contribuir a aumentar la producción, al mantener las plantas más cálidas por la noche. Los productores también pueden utilizar los techos blancos refrescantes para ayudar a prolongar la temporada en primavera, cuando el exceso de calor conduce a la finalización de la producción en campo abierto y de la producción convencional bajo túnel. Un sistema de nebulización a baja presión también puede ayudar a reducir el estrés de las plantas en condiciones secas y de calor, como suele ser a finales de la primavera".

El techo se puede abrir y cerrar según nuestras necesidades para que la temperatura y los niveles de humedad sean más uniformes. "El techo se puede abrir cuando las temperaturas estén por debajo de las ideales para el cultivo", prosiguió Gaxiola. "Después, cuando estas temperaturas se excedan, se puede cerrar el techo al 90% para proteger al cultivo de niveles de radiación altos. Además, se puede instalar un sistema aspersor de alta presión para lograr unas condiciones de humedad óptimas para el cultivo. Para estos proyectos se emplea un plástico blanco que proporciona un efecto de sombra al cultivo".



Lluvia, viento y plagas
Un invernadero independiente ofrece una protección casi completa frente al viento y la lluvia. Naturalmente, el techo retráctil no anula esta protección. Los techos retráctiles están equipados con un sensor de lluvia y un sensor de presión barométrica que funcionan juntos y ordenan al techo cerrarse automáticamente en caso de lluvia.

"El invernadero está equipado con una estación meteorológica que ayuda a anticipar el cierre total antes de que empiece a llover y, de esta forma, evitar cualquier daño que pudiera sufrir el cultivo", destacó Gaxiola. "Para el cultivo de fresas, se recomienda el modelo de techo impermeable".

De acuerdo con Gaxiola, los techos retráctiles fabricados por Cravo jamás han sufrido daños provocados por viento o granizo, ni siquiera en caso de huracán. "Los invernaderos de techo retráctiles han demostrado ser sumamente resistentes ante el viento, pues han sido alcanzados por 18 huracanes sin pérdida alguna de estructuras", aseveró. "Además, la cubierta de los techos retráctiles tiene una vida útil normalmente de 8 a 12 años. En ese periodo, los techos nunca han salido volando y han demostrado ser muy resistentes también al granizo. En regiones donde los vientos son fuertes, los invernaderos de techo retráctil tienen paredes de 5 metros de alto que actúan como una barrera física de protección".

Se reducen las pérdidas por Drosophila suzukii
En cuanto a plagas, Gaxiola siguió explicando que los invernaderos de techo retráctil pueden prevenir la infestación de las plagas que sienten debilidad por los frutos rojos. "Los productores de fresas buscan estrategias que les ayuden a reducir las pérdidas provocadas por Drosophila suzukii. Esto se pueden conseguir con la tecnología de techo retráctil, manteniendo cerradas las paredes laterales y modificando el ambiente interior para reducir la tasa de reproducción".



Costes y uso
En lo relativo a los costes de instalación, Gaxiola indicó que, al igual que cualquier otra inversión, el cálculo de retornos es vital. Argumentó que el incremento de la producción permite amortizar los invernaderos de techo retráctil en un periodo de entre 3 y 5 años.

"Los invernaderos de techo retráctil son más caros que un túnel convencional y más baratos que un invernadero de cristal", informó. "Si apuntamos a las ventas de precios altos, el retorno de la inversión puede producirse en un periodo de 3 a 5 años. Esta tecnología permite una densidad de plantación óptima, permite que las plantas desarrollen su potencial reproductivo al máximo, hace posible tener cosechas más tempranas más tardías para entrar en las mejores ventanas de precios; todo ello garantiza el retorno de la inversión en un intervalo más corto".

"Dos productores de berries que habían construido invernaderos de prueba para desarrollar sus protocolos de producción han pasado de 11 hectáreas a 23", puso como ejemplo Gaxiola. "En la actualidad, esta tecnología se está utilizando ampliamente en todo el mundo en climas cálidos como el de México, Australia, Catar, Singapur y la India, y también en regiones de climas fríos como Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos. Ello demuestra que son más los productores de todo el mundo que se deciden por esta tecnología para optimizar sus operaciones".

Más información:
Luis Gaxiola
Cravo Equipment, Ltd
Tel.: +1 (519) 759-8226
Fecha de publicación: