La reducción de la cosecha quedará patente en la exportación de cítricos marroquíes. Las altas temperaturas de los meses de julio y agosto han tenido un efecto negativo sobre las mandarinas. Las estimaciones para la exportación de mandarinas apuntan a 420.000 toneladas, 100.000 toneladas para la exportación de naranjas, y la exportación de limón continúa atascada en 9.000 toneladas, según un informe del USDA.
El sector citrícola se considera uno de los más exitosos dentro de la agricultura. Genera 350 millones de dólares de divisa extranjera para el gracias a la exportación y garantiza puestos de trabajo, algo que no ha pasado desapercibido. Hace años, se elaboró un plan para incrementar la producción de 1,9 millones de toneladas en 2008 a 2,9 millones de toneladas en 2018. Esto supone un precio de 9.000 millones de dírhams (1.200 millones de dólares), un tercio de los cuales los aporta el Gobierno. En diciembre del año pasado, este país del norte de África recibió 200 millones de dólares del Banco Mundial para invertir en el sector citrícola y olivarero. Anteriormente ese mismo año, el Gobierno marroquí aprobó nuevos fondos para subvencionar nuevas plantas. Esa subvención ascendió de 778 dólares por hectárea a 1.162 dólares por hectárea.
Menos exportación
Sin embargo, campaña 2017/18, no pasará a la historia por batir récords y, a pesar de que hay disponibilidad de fondos y voluntad de invertir, las cifras de cosecha son decepcionantes. La causa de puede encontrar en unos meses de verano inusualmente calurosos, lo que se traduce en una menor cosecha. Las consecuencias son visibles principalmente en el sector de la mandarina. Las cifras de exportación de estos pequeños cítricos son casi 100.000 toneladas inferiores que en la campaña anterior, con tan solo 420.000 toneladas. La exportación de naranja ha disminuido desde 163.000 toneladas hasta 100.000 toneladas, y en el caso de los limones y las limas se constata una pérdida de 4.000 toneladas, al totalizar 9.000 toneladas.
Tradicionalmente, la exportación se concentra en Europa y Rusia, aunque los exportadores buscan oportunidades en otros mercados, como Oriente Próximo y el África subsahariana. En los últimos años, los exportadores han hecho referencia a problemas de pago con los clientes del sur del Sáhara como factor limitante. Para la exportación de mandarina, las opciones en el mercado estadounidense son reducidas este año, pues el país cerró las fronteras a las mandarinas de la región de Berkan aduciendo riesgos fitosanitarios. La mayoría de la exportación está en manos de siete empresas que colaboran con el Maroc Fruit Board (MFB), que trabaja con la etiqueta Maroc Select.
Según se informa, en las regiones de Agadir y Berkan se habla de pérdidas de entre el 25% y el 30%. A pesar de que en el país se cultivan casi 50 variedades distintas, las clementinas suponen en torno a la mitad de la producción de mandarinas. Los híbridos como Nadorcott (Afourer) y Nova tienen cada vez más popularidad. En el caso de las naranjas, el grueso de la superficie lo ocupan la Maroc-Late y Navel. Los productores prefieren la primera por su mayor vida útil.