Empresas nicaragüenses dedicadas a la producción de bananas, Coquimba S.A. y Agrícola El Cardón S.A., iniciaran un proceso de arbitraje internacional contra Chiquita Brands Internacional por una serie de impagos que se vienen produciendo desde el año 2016 cuando el gigante bananero fue comprado por Safra Group y Cutrale. Por su parte, Chiquita alega incumplimiento de contrato por parte de Coquimba, S.A. como razón para no pagar la deuda contraída con estos.Desde hace más de 11 años, Coquimba “venía vendiendo su fruta de banano a Chiquita, pero en enero de 2015, tras la compra por estas empresas brasileñas, comenzó nuestra pesadilla financiera, ya que la nueva propiedad de Chiquita comenzó a bajar mucho los precios de compra, además de no dar opción a negociaciones, algo que para nosotros ha supuesto grandes pérdidas y ha provocado que otros productores de banano dejasen de vender a Chiquita”, según palabras de José Donoso Ubilla Gasteazoro, responsable y presidente de Coquimba.
Según explica Ubilla Gasteazoro, “la situación es tan preocupante que se está iniciando una demanda arbitral ante la Asociación Americana de Arbitraje debido a un incumplimiento de contrato con base a falta de pago y vicios en el consentimiento contractual a los productores de banano. Hemos decidido recurrir a la AAA para solucionar el conflicto porque así se establece en el contrato que firmamos en su día con Chiquita”.
De acuerdo a lo que reza en el contrato, cada mes de noviembre comprador y vendedor se reúnen para negociar los precios del año siguiente, así como los términos y condiciones de entrega de fruta, pero según palabras de los propios productores, “en los últimos años se han venido bajando los precios de forma abusiva sin darnos opción a negociar, además de reducirnos los volúmenes de compra, una situación que nos ha llevado a pérdidas”.
Además, según la información remitida, la multinacional Chiquita tendría contraída una deuda con Coquimba, S.A. de un total de setenta mil seiscientos noventa y uno dólares con veintitrés centavos que no han sido abonados desde hace ya más de un año. Ubilla Gasteazoro ha querido aclarar que “desde la fecha de su vencimiento, mi representada Coquimba S.A, ha realizado diferentes acciones para que se le pague lo adeudado, entre ellas la contratación de una oficina de cobros que realizó diferentes gestiones, pero la única respuesta que se recibió fue una carta donde Chiquita señala que mi representada le debe $772,352 dólares por fruta no entregada, lo cual es totalmente falso”.
En el caso de Agrícola El Cardón, S.A representada por un familiar Carmen Olga Navarro Gasteazoro, también existe una deuda de Chiquita International, que suma un total de $93,755 dólares estadounidenses, montos que no incluyen otros derivados de las violaciones contractuales, entre ellos, intereses, daños y perjuicios, daños emergentes.
Ubilla Gasteazoro, quiere aclarar que en el caso de Coquimba “se ha agotado la vía administrativa para la reclamación del dinero adeudado y este impago ha repercutido de manera muy negativa en nuestra empresa, poniendo en peligro nuestra capacidad de afrontar pagos a los trabajadores y colaboradores, de manera que sólo nos queda recurrir a la Asociación de Americana de Arbitraje para que nuestro problema se solucione, ya que es la vía que se establece por contrato”. Con conocimiento de causa que su asesor legal y hermano menor, único abogado en la familia, de nombre Alberto José Ubilla Gasteazoro, ha sugerido incoar una batalla campal internacional al estilo David contra Golliat.
Chiquita
A Chiquita se le ha solicitado una reacción a este respecto. Sin embargo, por ahora, no se ha recibido ninguna respuesta clara a las acusaciones de este artículo. El director global de Fruit Sourcing de Chiquita ha contestado diciendo que son conscientes de que Coquimba ha rescindido su contrato y de que está vendiendo a otros, y que si queda alguna cuestión residual, está seguro de que se pondrá en contacto con Chiquita a través de los canales comerciales o legales habituales.