Stan Fijnaut vive en Grecia desde hace más de 22 años y siempre ha trabajado como director de exportación para Hortiland. Hortiland fue fundada en los Países Bajos en 1992, y su actividad principal es suministrar semillas híbridas y nutrientes de plantas a los productores de hortalizas profesionales. Según Stan, la producción griega es de pequeña escala. Grecia tiene alrededor de 860.000 compañías de producción con un tamaño promedio de aproximadamente cinco hectáreas. Además, el 12,6 por ciento de la población activa está empleada en el sector agrario, una cifra muy elevada en comparación con los Países Bajos, donde el 1,2 por ciento de la población activa trabaja en la agricultura.
"No sólo los productores se ven afectados por la crisis, los proveedores de semillas, fertilizantes y pesticidas también se ven directamente afectados por sus consecuencias. La superficie decreciente y la menor cantidad de fertilización y pesticidas provocaron una disminución en el volumen de negocios de estas compañías. Un ejemplo es el uso de fertilizantes, que disminuyó aproximadamente un 20 por ciento en los últimos seis años".
Stan visitando China
Debido a la crisis, las frutas y hortalizas son caras en Grecia, según Stan. "Más de la mitad de los consumidores creen que los productos nacionales son superiores a los productos de importación. Sin embargo, la crisis obligó a los consumidores a estar pendientes de los precios en las compras, porque los productos de importación a veces son más baratos que los productos nacionales. En este momento, las principales cadenas de supermercados en Grecia controlan más de la mitad de los retailers y se espera que continúen creciendo. El crecimiento de las grandes y modernas cadenas de tiendas también tiene consecuencias para la agricultura griega. Estas tiendas a menudo tienen altos requisitos en cuanto a volumen, calidad, trazabilidad y entrega confiable. La agricultura arcaica de Grecia tiene problemas para cumplir estos requisitos, a pesar de que Grecia tiene todo lo necesario para desarrollar un sector agroalimentario internacionalmente exitoso".
Stan, a la derecha, en la Feria de Agrotica en Tesalónica
Durante la crisis financiera, Grecia se vio muy afectada y el país necesitó ayuda de otros países miembros europeos. En los últimos tres años, Grecia ha trabajado duro en las reformas y recortes para cumplir con los requisitos de la Troika (UE, FMI y BCE). "Aunque se están logrando progresos, la situación para el contribuyente medio en Grecia continúa siendo difícil. El desempleo sigue siendo alto, la deuda de particulares y de las empresas con los bancos y el gobierno sigue siendo extremadamente alta, la carga fiscal es alta y muchos jóvenes con talento abandonan el país con la esperanza de un mejor futuro. También es difícil para las empresas continuar funcionando con normalidad debido a los impuestos altos y la falta de créditos. En los sectores agrícola y hortícola, la situación es comparable a la de los negocios en general. Las nuevas inversiones son difíciles, y, además, los subsidios agrícolas europeos se están recortando gradualmente, por lo que el sector tiene que ser viable por sí mismo. Estos desafíos preocupan a la agricultura y horticultura tradicional, que se basa en parte en subsidios y no está suficientemente modernizada para enfrentar los nuevos desafíos del futuro".
Los puntos en los que se estanca el desarrollo del sector agrícola griego son principalmente el gobierno y los propios productores. Grecia tiene dificultades para unificar su fracturado sector agrario, que está formado por muchas pequeñas empresas. Éstas no tienen el capital para financiar grandes inversiones, a pesar de que las innovaciones son necesarias para mantenerse al día con la modernización de la agricultura y competir globalmente. Además, Grecia carece de los conocimientos para realizar esta modernización, y la generación anterior de productores no suele atraverse a correr riesgos y mantiene sus viejos hábitos de crecimiento.
"El gobierno está intentando impulsar de nuevo el sector, y subvenciona a los jóvenes productores y las renovaciones de material, pero los efectos aún no son perceptibles a gran escala. Se habla de innovación, marca y exportación, pero sólo unos pocos productores han visto alguna de estas cosas. El gran cambio tiene que producirse en los propios productores, no sólo en las subvenciones o el apoyo del gobierno. Se necesita un mejor clima económico, nueva energía y motivación para dejar atrás la situación negativa actual. Los sectores agrícolas y hortícolas griegos tienen que ampliar sus horizontes, y explotar las ventajas (posición geográfica, clima, gran parte de la población trabajando en la agricultura, menores costes de producción en comparación con los países más al norte)".
Afortunadamente, hay algún rayo de esperanza y excepciones a la situación negativa. "Aunque los precios de los productos frescos fueron bajos en 2017, excepto las aceitunas, el aceite de oliva y algunos otros productos, la tendencia de las nuevas producciones (hierbas, súper alimentos, granadas y oleaginosos) y las técnicas de producción podrían impulsar los precios. Otro hecho positivo es que el turismo ha aumentado considerablemente en los últimos tres años (25 millones de turistas en 2017), por lo que el consumo interno de productos frescos aumentó en el período de abril a septiembre", concluye Stan.
Para más información:
Stan Fijnaut
sfijnaut@yahoo.com