Según Guillaume Thomas, experto y encargado de la compra de frutas y hortalizas en la cadena de supermercado Bio NaturéO, las manzanas y las bananas son las frutas ecológicas más demandadas. "Son fáciles de consumir, fáciles de transportar y son la base de muchas compotas, tartas y zumos".
Guillaume añade que la oferta de productos ecológicos es más variada que la oferta de productos convencionales. "Hay muchas variedades de manzanas que no son muy productivas y que han sido abandonadas por los agricultores. A excepción de las variedades ecológicas, que se han mantenido. Durante la temporada, ofrecemos 14 o 15 variedades distintas. En un supermercado normal, encontraremos 6 variedades diferentes a lo sumo. En una tienda ecológica, que haya variedad es muy importante. A los consumidores de productos ecológicos les encanta tener una dieta variada. A menudo, no comen snacks como barritas Mars o Snickers, y por este motivo es importante ofrecer una amplia gama de frutas y hortalizas".
"En estos momentos, las bananas ecológicas son accesibles para todo el mundo, porque la tasa del dólar es muy baja. Pero esto puede cambiar. Las bananas ecológicas se cultivan bien, pero son menos atractivas y hasta un 30% más ligeras que las convencionales. Las grandes compañías como Chiquita y Del Monte han apostado por lo ecológico para estar a la altura de las expectativas de la sociedad. Las zonas productoras han tenido problemas graves y ya no se pueden permitir que se informe de que los vecinos están sufriendo los efectos de los pesticidas".
La popularidad de las hortalizas ecológicas depende mucho de la temporada. "Nuestros consumidores están comiendo muchas zanahorias y patatas ahora mismo. También están comprando cítricos, además de las primeras fresas y los primeros rábanos".
En cuanto a los envases de plástico, "hay que ser consciente de que son productos muy frágiles, como brotes tiernos de lechuga o fresas. Es difícil venderlos a granel. En mi opinión, no debemos renunciar al plástico, sino trabajar para que el plástico sea biodegradable".
En cuanto a los envases de plástico, "hay que ser consciente de que son productos muy frágiles, como brotes tiernos de lechuga o fresas. Es difícil venderlos a granel. En mi opinión, no debemos renunciar al plástico, sino trabajar para que el plástico sea biodegradable".
Guillaume señala que las bandejas obligan a los clientes a comprar una cantidad determinada. "No creo que esto sea positivo para los consumidores de productos ecológicos. Quieren tener la opción de comprar una, dos o tres manzanas. Sin embargo, en las tiendas urbanas, los clientes van con mucha más prisa, no quieren perder tiempo en las básculas. En general, estos consumidores no cuidan del medioambiente y consumen ecológicos simplemente por cuestiones de salud. Por motivos de velocidad, prefieren la bandeja".
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