En el cantón de Berna, ya hace tres generaciones que la familia Gerber cultiva champiñones; el año pasado, celebraron su 80 aniversario. Sin embargo, anteriormente no habían aspirado a formar parte de la asociación, hasta que el actual propietario tomó las riendas en 2017, quien supo ver las ventajas de su incorporación para la empresa. El origen regional de los champiñones desempeña un papel importante en Suiza, pero la competencia de los productos del centro y el este de Europa se ha mantenido firme en los últimos años. "Por descontado, también nos enfrentamos a la importación de productos extranjeros, porque nosotros cosechamos todos los champiñones a mano. Esto provoca que la producción sea bastante compleja y cara. Y después está el tema de la mano de obra que hace falta. Todo ello nos dificulta seguir el ritmo de los países extranjeros", señala Busslinger.
Champiñones marrones
No obstante, una gran proporción de consumidores suizos prefieren productos nacionales, entre ellos los champiñones. El auge continuado de los champiñones marrones es una tendencia interesante hoy en día. "Percibimos un incremento significativo de las ventas de champiñones marrones, ya que son más sabrosos y más uniformes. Para la mayoría de los productores, la proporción de ventas es la misma. Pero nosotros también servimos al catering y el champiñón blanco sigue siendo el preferido. Ahora mismo, tenemos en cultivo en torno a un tercio de champiñones marrones y dos tercios de blancos".
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