Existen tiendas de lujo de fruta en ciudades de todo Japón, a menudo ubicadas en centros comerciales de alta gama y grandes almacenes, que con frecuencia ofrecen mangos Egg of the Sun. Una de las tiendas más conocidas es Sembikiya, en Tokio, que tiene varios retailers. Aunque no se tenga la intención de comprar nada, pues una fruta puede valer 2.000$, es interesante visitar los escaparates.
En 2017, dos mangos se vendieron en una subasta japonesa por 3.744$. Taiyo no Tamago (Egg of the Sun) es una variedad de mango que se cultiva en la prefectura de Miyazaki y se vende en todo Japón. Aunque normalmente no cuestan miles de dólares, es difícil encontrar uno por menos de 50$. La pregunta es: ¿qué hace que estos mangos sean tan caros?
Los altos precios no tienen que ver con sus peculiares cualidades, pues los Egg of the Sun en realidad son un cultivo muy común conocido como Irwin, que se originó en Florida en la década de 1940. En un puesto de frutas en Miami se venden por sólo unos dólares.
Como se explica en atlasobscura.com, los altos precios se deben en parte al cuidado que se dedica al cultivo de estas frutas. Los agricultores japoneses envuelven cada mango con una pequeña red, que permite que la luz del sol llegue a la piel desde todos los ángulos (dándole un color rojo uniforme) y amortigua la fruta cuando cae del árbol. Este método permite que los mangos caigan cuando estén listos, en lugar de recogerlos manualmente, garantizando una madurez óptima. Los mangos son absolutamente deliciosos, tienen muy poca fibra, son muy jugosos y prácticamente se derriten en la boca. El sabor en sí es dulce y ácido, como si fueran golosinas de mango con notas de piña y coco.
Pero aún más importante que el delicioso sabor y el meticuloso cuidado, es la cultura japonesa. Es un signo de respeto dar regalos en acuerdos de negocios, ocasiones especiales y eventos sociales, o al regresar a casa después de un viaje (conocido como omiyage). Las frutas caras y de alta calidad son un símbolo de respeto y un regalo típico.