Las naranjas y las mandarinas han adquirido una inmensa popularidad entre los consumidores chinos en los últimos años. En muchas regiones productoras, la demanda supera la oferta en varios grados. Los beneficios relativamente altos de este sector han llevado a un incremento nacional de la superficie dedicada al cultivo de naranjas y mandarinas. Sin embargo, muchos agricultores han ampliado su superficie sin tener muchos conocimientos de gestión estandarizada. Si bien la oferta ha crecido rápidamente, la calidad y el sabor de algunas naranjas y mandarinas se han deteriorado.
Selección de mandarinas
Las malas condiciones de mercado para las mandarinas Shatang han sido un golpe directo para muchos agricultores a gran escala y comerciantes. La pregunta es si se convertirá en una tendencia importante en 2018.
Campo de naranjos
Las condiciones en el mercado de importación son las siguientes: la temporada de producción de naranjas ha comenzado en Egipto y otros países. El volumen importado a China es similar al de años precios y muestra un incremento general constante que guarda relación con el aumento del nivel de vida de los consumidores y su creciente apetito de fruta de calidad alta. Asimismo, está relacionado con el mayor rigor con el que los fruticultores extranjeros y los comerciantes controlan la calidad de sus productos.
Sin embargo, la mayor presencia de naranjas importadas en el mercado chino no significa que la producción nacional no sea competitiva. Muchos consumidores se han acostumbrado a comprar naranjas en los últimos años. La producción nacional sigue mejorando la calidad de la fruta. El sector del embalaje y de los servicios de distribución siguen avanzando. Las naranjas Shiranui, las naranjas Navel Gannan y las naranjas sanguinas no son baratas y los agricultores y comerciantes siguen disfrutando de amplios márgenes de beneficios
Además de eso, muchas personas del sector de la naranja han empezado a desarrollar más variedades de producto después de que, recientemente, ciertas variedades no hayan podido comercializarse. También se presta más atención a la adecuada aplicación de los fertilizantes. Todo ello permitirá una gran mejora de la calidad de la fruta. La diferencia entre la calidad nacional y la de importación es cada vez menor y los consumidores han empezado a darse cuenta.