Para Mardi de Graaf, de Hagranop, está claro: el futuro es el producto local y ecológico. Fue uno de los primeros en dedicarse a ello. Con Hagranop, construyó cámaras frigoríficas en los Países Bajos, Bélgica y Alemania, y puso en marcha plantaciones locales. Además, empezó su producción propia en España y fue uno de los pioneros en hacer el cambio al cultivo ecológico.
"Ahora mismo, el 30% de la facturación de Hagranop es ecológica, pero estamos comprometidos con el crecimiento continuo y promocionamos nuestra gama de productos ecológicos en Fruit Logistica. "El crecimiento de las ventas de las zanahorias convencionales es mínimo y ha sido un mercado difícil en cuanto a precios durante años; los productores con existencias almacenadas apenas pueden sacar beneficios. El mercado ecológico es distinto, todavía está creciendo, aunque la velocidad a la que lo hace varía por país. Hagranop ha sido testigo de cómo el crecimiento se nivelaba y estabilizaba en Alemania, como ha ocurrido en el mercado escandinavo. Francia, Polonia y los Países Bajos todavía son países de crecimiento, entre los que destaca Polonia como el país más interesante en número de consumidores.
Oportunidades en Polonia
El mercado ecológico de Polonia, en particular, le ofrece oportunidades a Hagranop, que tiene "raíces" allí desde hace ya seis años. Sin embargo, el mercado pone una condición clara: "El mercado polaco demanda principalmente productos ecológicos polacos. La cuota ecológica aún es reducida en este país, en torno a un 0,5%, pero cuando crezca al 5%, harán falta muchos productos ecológicos". Europa del Este es un importante mercado en crecimiento para Hagranop, donde se comercia desde los Países Bajos y Polonia. En Polonia, opera la compañía hermana Fresh Future. En 2019, se podrán cultivar zanahorias ecológicas en Polonia. "En 2019 tendremos certificada la primera de nuestras parcelas ecológicas. En los años siguientes podremos crecer deprisa. Empezaremos con 55 hectáreas y las ampliaremos a 200 hectáreas de superficie ecológica conectada en los cinco años siguientes".
Los conocimientos necesarios para cultivar zanahorias convencionales son de sobra conocidos. Por el contrario, la producción de zanahorias ecológicas todavía supone un reto. Dado que Hagranop fue pionera en dar el paso hacia la agricultura ecológica, cuenta con años de experiencia en diversos puntos de la geografía europea. "No todo el mundo valora que compartas y propagues conocimientos, pero esa es la tendencia. Cada vez son más los retailers que demandan productos locales. Lo empezó Alemania y pronto la imitaron otros países. Polonia incluso ha dado un paso más: solo si suministras productos ecológicos polacos te permite suministrar también productos ecológicos holandeses".
La conservación de las zanahorias ecológicas es el siguiente punto de atención. "Las zanahorias ecológicas no se pueden almacenar tanto tiempo como las convencionales. Gracias a la producción española, aún podemos tener suministro prácticamente todo el año. La cosecha ecológica de los Países Bajos va de julio a octubre, tras lo cual podemos suministrar zanahoria ecológica de las cámaras desde octubre hasta mediados de marzo. Empezamos a cosechar en España el 1 de marzo y hasta alrededor de mediados de junio. La producción alemana empieza hacia mediados de junio, así que podemos completar el año con ella. Podemos importar de Israel en caso de escasez".
Ampliación de la gama ecológica
El cambio a la producción ecológica es muy favorable porque el comercio ofrece mejores precios. "Apenas se pueden obtener beneficios con la producción convencional, los precios son los mismos que hace veinte años. No obstante, los requisitos de la gran distribución son mucho más estrictas, por lo que los kilos pagados por caja son menos. Aunque los beneficios promedios pagados eran de 900 kilos por caja en el pasado, ahora la media es de 600 kilos. A causa de la mecanización, hemos logrado bajar los costes, pero se ha optimizado tanto que ya no se puede sacar ningún beneficio".
Si los precios al consumidor subieran entre un 5 y un 10% por kilo, no supondría ningún problema, según Mardi. "Los supermercados ven demasiado las cosas como un proceso. Ven la cadena de suministro como una fábrica que puede suministrar productos en función de las especificaciones. Un lote se puede rechazar por un 0,7% de daños causados por ratones. No importa lo mucho que te hayas esforzado, las zanahorias no crecen en una fábrica, no se pueden controlar las circunstancias. Siempre serán un producto natural".
Si bien Hagranop siempre se ha centrado en la producción de zanahorias, ahora la empresa está ampliando su gama. La gran distribución demanda una gama más extensa, por lo que hay que suministrar un surtido más amplio para que te tengan en cuenta para las ventas. La gama ecológica de Hagranop, por consiguiente, ha crecido con perejil de raíz, chirivía, remolacha, apionabo y endibia. Hagranop ha observado también que las zanahorias de otros colores están ganando popularidad, pero no planea dedicarse a ellas por completo todavía. "Podemos suministrar zanahorias de colores, pero todavía no hay una producción estable. En primer lugar, interesa poner en marcha adecuadamente la producción ecológica y el almacenamiento. No lo podemos hacer todo al mismo tiempo. En el pasado, fuimos verdaderos pioneros. Ahora prefiero empezar con algo un año más tarde y hacerlo bien".
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